Por Guillermo Tiscornia.-

El Premier británico David Cameron, antes de pedir la renuncia del suizo Joseph Blatter, debería recordar que el imperio inglés, en directa connivencia con la propia FIFA, urdió un gigantesco fraude deportivo (muy probablemente alimentado en pago de sobornos a los arbitrajes) para robarse la edición de la Copa Jules Rimet disputada en 1966 en tierras británicas. Así se recuerda la fraudulenta eliminación en cuartos de final de las selecciones argentina y uruguaya; las ternas arbitrarles sorteadas “en horario lamentablemente equivocado” para los respectivos encuentros de cuartos arrojó este resultado: a) Inglaterra vs. Argentina -Londres, Wembley- árbitro alemán (Rudolph Kreitlein), b) Alemania Federal vs. Uruguay -árbitro (obviamente) inglés (Trevor Powers); y así fraude consumado; no sin mencionar que el scratch brasileño conducido por Vicente Feola que constituía una seria amenaza para las aspiraciones imperiales inglesas (y que además venía de consagrarse campeón del mundo en las ediciones anteriores -Suecia 1958- y Chile -1962) fue objeto de una brutal cacería humana desatada con la directa complicidad de los arbitrajes; se recuerda a los jugadores búlgaros, portugueses y húngaros moliendo a patadas a Garrincha, y al mismo Pelé hasta dejarlo en “una pierna” y fuera de la competencia; y el broche de oro llegó en la final de aquel tristemente célebre torneo mundial disputada entre los dueños de casa y los alemanes; en efecto, el tiempo reglamentario concluyó en un empate en dos goles por bando (Wolfgang Weber y Juergen Held; Bobby Moore y Geofrey Hurst); se forzó entonces un alargue de treinta minutos adicionales; fue así que el tercer gol inglés llegó acompañado de un robo arbitral perpetrado a mano armada y a “cara descubierta”; el colegiado soviético Dimitri Volkachenko, convalidó un inexistente gol del delantero británico Geoffrey Hurst, cuando se demostró que el cabezazo pegó en le travesaño del portero teutón Tilkowsi y la pelota picó sobre la raya de gol sin haberla traspuesto; gol cobrado y latrocinio garantizado; y para el anecdotario el cuatro gol inglés (Martin Peters) ya con la fraude consumado; Mister David Cameron, obviously you are not fully entitled to claim anything to mister Joseph Blatter under the specific circunstances on behalf of the World Cup 1966-, Please keep quiet.

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