Hierro protesta a Al-Ghandour durante el partido del Mundial de 2002 ante Corea del Sur.

Trece años han hecho falta para que saliera a la luz la verdad. Una verdad incómoda pero que, si no muchos ya conocían, sí daban por hecho que era así. ¿Les suena el nombre de Gamal Al-Ghandour? ¿Y el de Byron Moreno? Efectivamente, los dos árbitros que permitieron a Corea del Sur avanzara hasta las semifinales de su Mundial en detrimento de España e Italia. Pues bien, el lío de la FIFA ha destapado la compra de partidos en el Mundial de 2002.

Según ha revelado este viernes el Corriere dello Sport, existen documentos que probarían la compra de partidos durante el Mundial de Corea y Japón para favorecer a los ‘Tigres de Asia’ desde la propia FIFA, «garantizando a la nación anfitriona un camino privilegiado», según afirma el diario italiano. Las investigaciones sobre el organismo del fútbol mundial «han demostrado que hubo un complot» en aquel Mundial, señala el medio.

Ya el sorteo de la fase de grupos encuadró a Corea del Sur en el grupo más asequible, junto a Estados Unidos, Polonia y Portugal. Pues bien, en el último partido de grupo, en el que debían de derrotar a los lusos, el conjunto portugués perdió por 1 a 0 después de sufrir dos expulsiones. Clasificada a octavos de final, la selección asiática iba a conseguir el pase a los cuartos gracias a los favores de Byron Moreno frente a Italia.

En aquel partido, Corea del Sur iba a sellar una escandalosa victoria: los asiáticos marcarían el primer gol de penalti inexistente, mientras que Italia iba a sufrir la injusta expulsión de Totti en la prórroga, más la anulación de un gol de oro de Tomassi completamente legal. El tanto de Ahn Jung-Hwan en el minuto 117 iba a eliminar a la ‘azurra’, provocando que Corea y España se midieran en cuartos de final del Mundial.

Y, como no podía ser de otra manera, la labor arbitral del Al-Ghandour aquel día se convirtió en básica para las aspiraciones de Corea del Sur. Dos goles anulados a España -Helguera y Morientes-, un fuera de juego inexistente en un mano a mano ante el portero y la permisividad en las entradas rivales provocaron que el partido llegara a la tanda de penales, donde el conjunto asiático iba a dejar en la cuneta al combinado nacional.

Tanto Byron Moreno -posteriormente condenado a 30 meses en prisión por un caso de narcotráfico- como Al-Ghandour fueron designados por Jack Wanner, ex vicepresidente de la FIFA detenido por el escándalo de corrupción. El resto de la historia es de sobra conocido: los favores a Corea del Sur le permitieron alcanzar las semifinales de su Mundial. Han hecho falta trece años para que se confirmara la evidencia. (El Confidencial)

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