Por Israel Rabinowicz.-

Seguramente mucho aún se escribirá sobre la espectacular fuga del Chapo Guzmán, películas y series televisivas ya deben estar en preparación para aprovechar el momento, mientras más delirantes todas ellas sean, mientras más de ciencia ficción parezcan más se parecerán a la realidad.

Aunque a otro nivel con la famosa e histórica Operación Entebbe sucedió lo mismo, los guionistas trabajaron a full para ganarle al tiempo, el mercado los estaba esperando, la fantasía de cada uno de ellos era el condimento que las diferenciaba, pero había algo en común, todos la glorificaban.

Con la fuga del Chapo Guzmán sucederá lo mismo.

¿Cuál es la clave para construir un túnel de 19 metros de profundidad y que atraviese medio penal sin ser escuchado? ¿ Cómo se deshicieron de las casi 3.000 toneladas de tierra que se calculan fueron extraídas? Los peritos de la procuraduría de México creen que el túnel se construyó en 306 días, ¿así fue? No interesa cuantos, lo que es seguro que en la construcción del mismo participaron profesionales de primer nivel.

Dicen que fueron no menos de US$ 50 millones los que se invirtieron en silenciar conductas y voluntades, nadie durante más de un año vio ni nada escuchó, el dinero, sumados con presiones y amenazas, bloquea todo.

Aquí en Israel, de ello poco más de un año atrás, se ingresó en una dura guerra en la franja de Gaza contra Hamás para destruir los numerosos túneles que durante años, con entradas múltiples, habían construido atravesando la frontera con salidas en estratégicos puntos altamente poblados, objetivo ataques suicidas y secuestros de ciudadanos israelíes.

Las mismas preguntas, pero multiplicadas por 50, que en el túnel del Chapo Guzmán tienen una respuesta clara y categórica, el dinero, en Israel aún no tienen respuestas, cómo el mejor servicio de información del mundo no pudo “ ver “ lo que tenía frente a sus ojos, no eran necesarios prismáticos, larga vistas, increíble pero cierto.

La similitud en la ingeniería de los túneles hace creíble que uno se inspiró en el otro, ahora queda esperar que los nuevos túneles que el Hamás construye con los materiales y dineros que desvía de lo mucho que les llega para la reconstrucción de las viviendas sean detectados e inutilizados sin esperar una nueva guerra.

Israel mantiene demasiados frentes conflictivos abiertos, algunos muy cercanos y otros no tanto, todos ellos potenciales casus belli, el de los túneles es sólo uno de ellos.

En medio del peor enfrentamiento con el gobierno del Presidente Obama por el acuerdo nuclear con Irán que ahora está en plena etapa de revisión por parte del senado de los Estados Unidos, Netanyahu invierte las 24 horas del día y toda su prestigio político en conducirlo, no es descabellado pensar que más de uno debe estar planificando cómo hacer para que Israel diversifique sus problemas, una tarea que resulta relativamente simple, aquí en segundos cambia todo.

Hasta la próxima.

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