Por Miguel Ángel Reynoso.-

Los ciudadanos argentinos estamos medianamente acostumbrados a que en épocas de campaña política la mayoría de los candidatos recurran a cualquier metodología, y cuando decimos cualquier nos estamos refiriendo precisamente a eso, en la pretensión de convencer de las bondades de sus propuestas, de las cualidades de sus personas, de su sensibilidad ante las distintas necesidades de sus gobernados o a gobernar y de la calidad de sus acciones cotidianas viéndose en la necesidad de que así, aunque mas no sea lo parezca.

Esto poco nos llama la atención y aunque no debería ser así, no hay otra posibilidad que ejercer el arte de la paciencia salvo cuando en ese afán se cruza el intangible, pero localizable, límite que debe existir entre lo posible y tolerable y lo que, aunque también posible resulta chocante por la utilización de circunstancias que no deberían verse mancilladas por campañas en las que el mismo uso de recursos tan bajos nos hablan poco bien de quienes se prestan a aprovecharlas.

La reciente muerte del camarada Subteniente Fabián Mendiola en Mar del Plata a manos de un asesino del volante cuando cumplía funciones de seguridad en un operativo municipal de control de alcoholemia, es un ejemplo de ello, hemos guardado respetuoso silencio en los primeros momentos precisamente por el respeto debido, pero transcurridos algunos días no podemos dejar de hacer notar lo que se encuentra más que a la vista, y esto es la utilización mediática y política a más no poder, por parte del intendente municipal del Partido de General Pueyrredón Contador Gustavo Arnaldo Pulti, de un hecho tan trágico y desgraciado.

Ni corto ni perezoso este candidato que busca ansiosamente una reelección que parece escapársele no dudo ni un segundo en aprovechar la ocasión de un muerto cercano para levantarlo como bandera de su “pesar” desempolvando una ordenanza que permitía que los policías caídos en cumplimiento del deber fueran velados en el recinto del Concejo Deliberante, a lo que siempre desde esta página hemos hecho notar nuestra contrariedad, no solo por la falta de comodidad del mismo para con los familiares, sino porque nuestra institución cuenta con un lugar propio en las instalaciones del Complejo Policial Juan Vucetich, porque nos parece impropio el homenaje que merece un mártir policial en un recinto donde precisamente las virtudes suelen mostrarse esquivas, pero más que nada para evitar precisamente esto, su utilización con fines políticos. Aceptamos sin embargo que la familia sumida en el dolor y creyendo sinceramente en las buenas intenciones haya accedido a ello, pero esto no justifica la utilización dada por el intendente al incorporarlo a su campaña.

Todo dócil medio de difusión local, de cualquier especie llenó generosamente espacios bien aprovechados por el intendente-candidato para que se conociera su dolor “por la pérdida de un policía que desde hace mucho trabajaba con nosotros”, A lo mejor para mejor entender lo que se cuestiona debemos traer a la memoria algunos hechos ya en otras notas mencionadas por APROPOBA, respecto a este personaje ahora tan amigo de los policías.

Este es el mismo intendente que dijo en más de una oportunidad “Que a los policías de la provincia de Buenos Aires, les falta compromiso para cumplir su función”, sinceridad de pensamiento negativo que nunca tuvo en cuenta los integrantes que en número de más de cincuenta han dado su vida por la sociedad en el distrito que gobierna y varios de ellos, incluyendo éste durante sus mandatos. HIPÓCRITA.

Este es el mismo intendente es el que NUNCA ha concurrido a los actos del Día de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. HIPÓCRITA.

Este es el mismo intendente que NUNCA ha concurrido a los actos que cada 23 de enero las entidades afines a la familia policial realizan el día en que se recuerda a los Policías de la Provincia de Buenos Aires Caídos en Cumplimiento del Deber en el monumento que los recuerda en la plaza frente al Palacio Municipal. HIPÓCRITA.

Es el que ahora habla del desgraciado suceso en que muriera nuestro camarada Fabián Mendiola, pero omite mencionar la baja calidad de la seguridad a la que se encontraba expuesto en operativos que a todas luces adolecen de fallas organizativas, responsabilidades en las que, no es necesario aclarar, incurren sus superiores jerárquicos por la falta de control que les cabe pese a la profusión de altas jerarquías que inunda esta ciudad, más aún teniendo en cuenta que según los dichos de la esposa de nuestro compañero ya había sido atropellado en otras oportunidades. HIPÓCRITA.

Es el que bajo su disfraz democrático siempre se ha hecho el desentendido en lo que hace a los derechos de los trabajadores policiales de su distrito, y que a esta altura del siglo XXI no deberían sacrificar sus horas de descanso realizando esos servicios adicionales de pago miserable y en negro, debiendo entender solamente que el trabajador policial debe ganar lo suficiente con su jornada laboral para vivir decentemente. En cuyo caso al menos este hecho no hubiera ocurrido. HIPÓCRITA.

Seis vehículos de control de tránsito acompañaron los sesenta kilómetros recorridos en el traslado de los restos de nuestro camarada a su descanso final en la ciudad de Coronel Vidal, todo para que se viera el dolor municipal, empleados de dicho sector comunal también salieron a hacer público su pesar por la pérdida de quién consideraban un compañero de tanto tiempo, sin embargo la difusión de un video grabado por la cámara de seguridad de un edificio frente al lugar de los hechos deja en claro que la única persona que se acercó al cuerpo caído fue el de su compañero policía, mientras que portadores de los chalecos reflectantes, los inspectores de tránsito ni siquiera se acercaron al mismo y menos se agacharon o pretendieron un auxilio que aunque ya no fuera necesario al menos pondría en evidente un rasgo de humanidad y solidaridad. MÁS QUE HIPÓCRITAS.

Es posible que para algunos resulte difícil de entender pero los mártires policiales no merecen ser utilizados de esta manera, enarbolándoselos como bandera de campaña, y que lo único que necesita su memoria es recuerdo y respeto, sobre todo respeto, mucho y sincero respeto.

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