Por Alexis Di Capo.-

En las entidades que componen la Mesa de Enlace prevaleció el malhumor con el gobierno ante la nueva fijación de las retenciones dispuesta por Alberto Fernández. La dirigencia del campo se quejó de la forma en que fue anunciada la medida por el Boletín Oficial del sábado y sin una instancia de diálogo previa. Minutos antes de su asunción, el presidente había afirmado en una entrevista radial que “vamos a dialogar para encontrar una solución al problema que tenemos. Uno de ellos es el déficit fiscal, que es muy alto. No se trata de imponer nada manu militari”.

En realidad, el malestar no se debió sólo a las retenciones, donde el esquema de licuación de las mismas a $ 4 por dólar fue lo que se cayó.

El campo se está curando en salud por la suba del impuesto a los bienes personales, que golpeará a los propietarios de tierras, maquinarias e instalaciones. El combo que preocupa al campo se completa con la lógica presunción de que habrá un revalúo de tierras en la provincia de Buenos Aires y en varias otras.

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