Por Pedro Álvarez Bustos.-

CARA.

Argentina era granero del mundo y uno de los principales exportadores de carne. El país del bife.

El niño y joven del campo también iba al colegio, aún en la zona del caldenal pampeano o zona de cría.

Habrá sido quizá a una escuela rural, como en nuestro caso, durante la primaria. Varias leguas (cada legua, cinco kilómetros) a lomo de caballo o en sulky, carrito, caminando u otro medio. Automóviles: brillaban prácticamente por su ausencia, agravado con el racionamiento del combustible y la falta de cubiertas.

No interesa, se asistía regularmente y era casi una cuestión de honor no faltar para las fechas patrias.

Y ahora, que ya no quedan casi escuelas rurales, ante tanto “relato, ninguneo e interrogantes pseudo pedagógicos”, la pregunta surge.

¿Dónde quedará aquel 9 de julio de 1816?

Para los populistas, en la forma y tiempo que mejor convenga a sus intereses.

Probado está que incluso para nuestra Presidente es común falsear detalles históricos, para conciliarlos a su voluntad. Acomodar datos para ir brindando pautas para su propia biografía. Todo ello guarda coherencia plena con cuestiones de números falaces vinculados a porcentuales de pobreza o inflación que, en definitiva, son más difíciles de sostener.

29 de junio de 1815

El 8 de enero próximo pasado, el Poder Ejecutivo Nacional dictó un decreto mediante el cual declaró al 29 de junio de 1815 como Día de la Primera Declaración Independentista para los argentinos. Decreto refrendado por el Jefe de Gabinete. Puro voluntarismo historicista. Deformaciones, absurdos y distorsiones..

25 de mayo de 1810

El proceso de la independencia fue largo y complicado.

Comenzó el 25 de mayo de 1810 con la revolución que derrocó al Virrey y transfirió su autoridad a una Junta. El acto final, que declaró la independencia, ocurrió en Tucumán el 9 de julio de 1816.

Acotación sobre la independencia económica; 9 de julio de 1947.

Sin llegar al exabrupto de la “independencia en serio”, el 9 de julio de 1947, en la misma Casa de Tucumán, el Presidente de la Nación General Juan Domingo Perón declaró la Independencia Económica, de todos los organismos internacionales.

El acta refiere que “Por ello, reafirman la voluntad de ser económicamente libres, como hace ciento treinta años proclamaron ser políticamente independientes…”

9 de julio de l816: Verdadera declaración de la independencia

En nuestra niñez, cuando concurríamos a la escuela, la emoción revivía al recordar cada mañana del 9 de julio de 1816; tanto en el patio del colegio, como en la plaza, frente a la señorita maestra o a las autoridades. Normalmente hacía mucho frío y allí estaban los guardapolvos blancos.

Agradecidos con los diputados (de nueve provincias actualmente argentinas) que, en Tucumán, proclamaron en forma unánime la independencia de las Provincias Unidas de la América del Sur de la dominación “de los Reyes de España, sus sucesores y metrópoli”y, días más tarde, a instancias de José Serrano: “y de toda dominación extranjera”.

Serrano era diputado por Charcas, una de las provincias del Alto Perú; como también estuvieron Tupiza, Mizque (Cochabamba) y Chuquisaca.

Viene a cuento ahora que tanto se habla de pueblos originarios, con razón y sin razón, que el acta fue redactada en dos versiones: una en español y la otra en quichua. Aparte hubo una edición en aymará.

El 9 de julio de 1816 se proclamó la independencia y al día siguiente, el 10 de julio se publicó, comunicó oficialmente a las delegaciones extranjeras y celebró por primera vez en Tucumán.

Desvarío atroz: 2003

Para Cristina, nuestra Presidente, hubo que esperar hasta el 2003 para que se concretara la verdadera emancipación, con Néstor Kirchner.

La independencia declarada en 1816, en la “casita de Tucumán”, es la independencia contada por Billiken, dijo. Y agregó, también hay que contar “lo que pasó: los congresales dudaban. No eran malos patriotas, pero tenían miedo”. En cambio aseveró, a continuación, el 9 de julio de 2015, “que hoy podemos venir con la cabeza en alto a Tucumán” a hablar que “la independencia en serio de la patria” fue la de Néstor, “su compañero de toda la vida”, con el proyecto nacional y popular que puso en marcha en el 2003. Como si lo ocurrido en 1816 hubiere sido una chanza.

Un dislate delirante en esta nueva búsqueda del día de la independencia, acollarada al absurdo afán de deformar los hechos del pasado.

CRUZ: “No maten al campo”

Todo está como está. Pero veamos el campo, de donde provenimos.

Economistas de la Fundación Argentina para el Desarrollo agropecuario dicen que, en cuatro años, si al campo se lo deja producir, se podrían generar no menos de 500.000 puestos de trabajo directos e indirectos en granos, carnes, lácteos y economías regionales.

La presión impositiva es hoy del 93% del resultado económico de una empresa agropecuaria.

La situación es grave

El 17 de julio se movilizaron productores en mas de 70 puntos de todo el país, bajo el lema: “No Maten al Campo”.

CONSECTARIO

Se nos vino la noche y entonces queremos fraguar una nueva independencia.

Hoy con esta “independencia en serio”, Argentina tiene menos carne, menos maíz, menos trigo y menos leche. En carne bajamos del 3° lugar como exportadores al 14°, con una disminución del 53%. El bife está siendo reemplazado por la salchicha. Y en trigo la producción que triplicaba el consumo interno, tuvo una siembra que entre 2009/2012 fue la menor de los últimos 110 años.

Desde el 2005 cerraron 136 frigoríficos y se eliminaron 16.500 puestos de trabajo. Miles y miles de productores desaparecieron. Y, actualmente, más de 5.000 del área avícola.

Continuemos celebrando el 9 de julio de 1816 y pongámonos a trabajar en serio. Por lo menos para legar un país de punta a nuestras futuras generaciones.

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