Por Jorge Alberto Esponda.-

Quiero contarles un poquito de historia familiar, la vida de campo, las decisiones de una familia.

Está muy claro que la migración interna desde el interior a las grandes ciudades comienza en los ‘50. No paró hasta la actualidad la tendencia expulsiva de gente del interior de muchas de las provincias hacia el gran Buenos Aires, el gran Rosario, el gran Córdoba, etc.

Cada ciudad importante de nuestro país recibe y estimula la migración interna y de países limítrofes con planes asistenciales, documentación para votar e infinidad de beneficios o promesas de poder vivir mejor.

Recuerdo que mi papá, nacido en el ‘30, vivía en un campo de 36 hectáreas en Pujato a 15 km del pueblo y a más de 20 km de Roldán, con sus padres y 6 hermanos (3 varones y 3 mujeres). En 1950 le tocó hacer el servicio militar en Campo de Mayo, en la división tanques. Cuidaba caballos en Campo de Mayo. Mi papa falleció hace 8 años. De joven trabajaba en el campo ordeñando vacas hollando, y hacía un poco de agricultura con caballos. Cuando tuvo que hacer la colimba, le ofrecían ganar, como mozo en capital, un sueldo que era el doble o el triple del salario que tenía como tambero en la familia. Él decidió quedarse en el campo. Pese a todo, era lo que le gustaba. En la familia había una fuerte división entre radicales y peronistas. Mi papá, sin fanatismos, no era peronista. Dos hermanos varones mayores se hicieron peronistas. Trabajaron en fábricas unos años y estuvieron mejor económicamente. Luego cambiaron las cosas. Los otros hermanos que quedaron en el campo tampoco eran peronistas. Los vecinos que se afiliaron lograron buenos créditos para comprar tractores Pampa u algún otro que empezaban a cambiar la forma de trabajo en el campo. Existía el IAPI. Después se transformó en las Juntas de Granos y Carnes, con muchas cosas malas y algunas buenas, pero lo que provocaron siempre fueron las idas y vueltas de generar trabajos para la industria o la ciudad pero siempre perjudicando al campo en general.

Mi padre empezó a progresar en 1959 y muy bien en los ‘60, espectacular a fines de los ‘60 y comienzos de los ’70; se complicó con el Rodrigazo.

Trabajó más de 1.500 has de campo a porcentajes. Cuatro empleados se hicieron su casa con techo de losa, muy buenos sueldos, recién aparecía la soja en el ‘72, se dedicó a engorde de novillos hollando que compraba de los tambos de la zona en reates feria y mucha agricultura, trigo, maíz y un poco de girasol. Fue la mejor época que recuerde un chacarero 59/73. Hubo otras, por causas ajenas a la política 93/98 (siembra directa) y 2003/2006 (viento de cola con excelentes precios internacionales de toda producción consecuencia de China = India, pero con una fuerte confiscación de renta agraria por parte del Gobierno nacional argentino).

Hoy se ve cómo se agrandan ciudades como Posadas, en Misiones, Santa Fe, Paraná, Mendoza, Tucumán, Salta, Jujuy, pero también cientos de ciudades mucho más chicas reciben gente del interior y sobre todo familias rurales.

70 años de subsidiar la vida URBANA y de suicidar la VIDA RURAL:

El fracasado Modelo K y el contagioso CUENTO del FALSO PROGRESISMO.

1- “El campo jamás tuvo ni tiene renta extraordinaria”. Fue un invento perverso para expropiar los recursos de campo, del interior y de las provincias productoras agropecuarias.

2- De la recaudación de impuestos y derechos de exportaciones e importaciones, el 75% lo concentra la NACIÓN, y 25% las provincias como Santa Fe.

3- DESTRUYE la producción agropecuaria (producción primaria de alimentos). Ejemplo: TRIGO se podría SEMBRAR Y PRODUCIR EL TRIPLE.

Maíz: se podría SEMBRAR Y PRODUCIR el TRIPLE, en 1 solo año.

VACAS DE CRÍA: están la mayoría descapitalizados o desaparecieron; necesitan políticas a largo plazo, de recuperación de stock ganadero.

No permite planificar e invertir en producciones como cerdos, pollos, pavos, e infinidad de actividades productivas que tienen amplia demanda mundial de países industrializados.

4- DESAPARICIÓN de cientos de miles de familias productoras agropecuarias pequeñas y medianas, causando un daño idéntico o superior al de los 90, pero con precios internacionales de los productos agrícolas 3 veces superiores a los de esa época. Sencillamente porque ESTA DIFERENCIA la estatizaron los K. Al mismo tiempo, también los costos de cultivos se triplicaron, las maquinarias agrícolas incluso superan 5 veces los valores de los 90 en dólares.

5- Obliga a las familias rurales y de pueblos del interior a emigrar a las grandes ciudades a buscar un “mejor futuro para sus familias”.

6- Concentra la TENENCIA DE LA TIERRA en MENOS PERSONAS que incluso NO VIVEN en el interior.

7- “El INTERIOR PROFUNDO” (como le gustaba decir a nuestra presidenta), queda olvidado, saqueado con impuestos y EMPOBRECIDO. Que sólo devuelven una pequeña parte a las grandes ciudades (fondo sojero, ATN, etc.), que si tienen la tecnología, de centros médicos, Centro educativos, gas natural, agua potable, luz eléctrica, rutas asfaltadas, cloacas, TV satelital de alta definición, planes asistenciales clientelistas, esclavizados al voto perpetuo, y que concentra población en las GRANDES CIUDADES, provocando ENORMES conglomerados de personas, QUE NO TIENEN TRABAJO.

8- El objetivo es muy claro: la perversidad del modelo está en la forma de recaudar: con la caja «nacional y popular» someten, manipulan corrompen, y destruyen el orden democrático, republicano y constitucional, usurpando todos los poderes de la Nación.

La Solución:

1- POBLAR el INTERIOR PROFUNDO”, con la misma calidad de Vida que en las GRANDES CIUDADES.

2- El mundo reclama ALIMENTOS, en Argentina, en Santa Fe debemos estimular producir de todo, y por supuesto elaborarlo en origen (en el INTERIOR PROFUNDO), pero no CASTIGANDO a quien produce la materia prima (como el modelo K).

3- Permitir la “LIBERTAD de mercados”. Uruguay y Brasil que tienen gobiernos socialistas tienen LIBERTAD de MERCADOS para EXPORTAR.

4- Recuperar el orden democrático, republicano y federal, con impuestos a las GANANCIAS, que son redistribuibles POR LEY, con respeto a nuestra Constitución Nacional y la independencia de poderes.

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