Por Pedro Álvarez Bustos.-

“El 2018 quedará en la historia de las exportaciones de la Argentina -dijo el Secretario de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere- por el crecimiento de las mismas, la apertura de Japón por los cortes procedentes de la Patagonia argentina, y la reapertura de los Estados Unidos luego de casi 18 años de registrarse los últimos embarques a ese destino”.

Conforme al INDEC, las ventas de carne vacuna al exterior, antes de fines del 2018, habían superado la frontera de las 500.000 toneladas de res con hueso, equivalentes a casi 1.800 millones de dólares. Toneladas, de ese tipo de carne, que solo fueran superadas en siete oportunidades durante los últimos 30 años; es decir, a partir de 1988.

Mientras los cortes enfriados solo se incrementaron en el 2018 un 23%, respecto al 2017, la venta de congelados se duplicó respecto al mismo período.

La exportación total de carne vacuna aumentó el 76,73% interanual.

China, Japón, Unión Europea y Estados Unidos.

De la oferta que recepta el mundo, de carne vacuna, los países del Mercosur llegan a más del 30% del comercio mundial.

Argentina, para el 2019, superará las 600.000 toneladas y volverá a ocupar el quinto lugar entre los principales exportadores del mundo o sea el mas elevado de los últimos diez años. El 2018 Argentina terminó en el sexto lugar (junto a Canadá) entre los exportadores. Durante el anterior gobierno nacional, no solo se destruyó la agroindustria sino que, se limitaron las exportaciones a no mas de 200.000 toneladas-año.

En el 2019 la venta al mundo, de nuestras carnes bovinas, serán las que mas crecerán y luego se ubicarán Estados Unidos y Brasil (cuarto y primer exportador, respectivamente). Pensar que, en el 2005, Argentina fue el tercer exportador mundial.

China hoy es una verdadera locomotora que tracciona las exportaciones argentinas y ocupa el segundo lugar como adquirente de carne, con ocho millones de toneladas, luego de Estados Unidos; casi seis de cada diez kilogramos, de carne argentina, van a aquel país.

El consumo actual en China es de 5 kilos de carne vacuna, por habitante-año.

China es la vedette y si bien no se debe intentar vender a un solo mercado, el país asiático tiene grandes posibilidades de seguir mejorando el ingreso económico anual per cápita. Y a medida que los ingresos crezcan, el consumo de carne vacuna y dentro de ella el de cortes premiun también crecerá.

Japón compró, en el 2018, por primera vez -en la historia- carne vacuna argentina, a partir del mes de julio.

Primero fueron 200 kilos enviados, por vía aérea, desde el Aeropuerto de Ezeiza y luego, por vía marítima, un contenedor de 10 toneladas, con 13 cortes distintos.

El país asiático es uno de los principales importadores de alimentos del mundo. En el 2017 adquirió carne deshuesada (fresca o refrigerada, y congelada), superando los U$S 3.100 millones.

Singular y significativo mercado del futuro cárnico argentino.

La Unión Europea (UE), según se conoció en el Outlook Ganadero que organizó la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea-CREA), producirá 350.000 toneladas menos que el mundo deberá cubrir. Argentina está recuperando su posicionamiento y pudo cumplir las metas de la cuota Hilton de 29.500 toneladas (cortes de alto valor comercial, de haciendas con terminación pastoril) y de la cuota 481 (para carne con terminación en feedlot).

Estados Unidos abrió recientemente, para Argentina, el mercado de carnes, después de mas de 17 años.

Es el mayor consumidor de carne en el mundo, con grandes exigencias para ingresar. Así mismo el consumo es también el más alto del orbe, con 80 kilos por habitante-año.

El 80% del consumo es para hamburguesas, por lo cual entre los principales abastecedores se encuentran Australia y México.

Consectario

El proceso exportador cárnico ha comenzado a revertirse.

El 2019 puede ser el año del despegue genuino y definitivo. Eso si, Argentina debe sostener no solo la cantidad de toneladas a exportar, sino también la calidad y continuidad. El campo coadyuvará, una vez más, a la salida de nuestro país hacia una situación de prosperidad y bonanza para sus habitantes.

No se deben desperdiciar los pronósticos climáticos favorables, toda vez que “la temperatura del Océano Pacífico se encuentra por encima de los valores normales en la superficie y en profundidad, lo que asegura el desarrollo de un fenómeno El Niño en los próximos meses”, como lo adelantara la jefa del departamento de Climatología del Servicio Meteorológico Nacional, María de los Milagros Skansi. A ello se agrega una excelente oferta forrajera y de maíz, que se viene y que permitirá emplearla en planteos ganaderos.

La ganadería es un proceso de largo plazo. Todo hace prever que se recuperarán los precios en términos reales y controlará la matanza de hembras, para que no supere el 45% que podría disminuir el stock.

El consumo argentino también subirá. Así como en épocas no remotas superó los 80 kilos por habitante-año y que en la actualidad no llega a los 54 kilos por habitante-año, se estima un aumento sensible que favorezca la mesa de los argentinos, a precios asequibles para toda la población.

Tras años de retroceso, Argentina está en la puerta de un crecimiento, de exportación y en lo que hace al consumo interno, realmente positivo.

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