Por Fernando Cifone.-

Una publicación del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la UB, dirigida por el Lic. Víctor Beker, de Junio de 2016, titula «La devaluación y la quita de retenciones beneficiaron al campo en u$S 8.000 millones».

El monto surge del producto entre la diferencia del tipo de cambio más la quita de retenciones, por la producción estimada de la actual campaña.

Con la intención de construir y profundizar el informe que a priori parece tener un alto impacto en la economía agropecuaria, es que me permito hacer algunos comentarios.

Si bien el ingreso bruto aumentó, también los costos de producción y los gastos fijos subieron y suben velozmente.

El gasoil 32%, fletes 40%, semillas-fertilizantes-herbicidas al estar dolarizados acompañaron la devaluación, personal y costo laboral 40%, lubricantes-repuestos-reparaciones 30% y podemos enumerar una larga lista que prueba que el Campo no se beneficiará con U$S 8.000 millones adicionales.

También hace referencia a que estos incrementos «perjudican a los consumidores»; posiblemente en una primera etapa los perjudique pero, si continuaba la política económica confiscatoria de los últimos años, pasaría igual que con la energía, nos quedábamos sin producción y los sinceramientos siempre duelen.

Además era hora de terminar con que la cadena productiva subsidiara a los consumidores a costa de hipotecar el futuro. Las transferencias de dinero de un sector productivo al consumo resienten la inversión y a la larga perjudican a los propios consumidores. Un académico no lo debería ignorar. Es el abc.

Pero lo que más me preocupa del análisis de éste pretendido Centro de Estudios es cuando cita «la abundancia de tierras fértiles se ha traducido en una facilidad para la producción agropecuaria de clima templado.»

La producción agropecuaria, es una actividad de alto riesgo, no sólo porque requiere una alta inversión, sino porque depende directamente de factores climáticos y biológicos que son imposibles de manejar.

Por este motivo debe tener una renta acorde, como corresponde a una actividad que no es ni fácil, ni sencilla. Caso contrario todo el mundo tendría una huerta en su casa lo que no ocurre.

El campo argentino ha contribuido al país con muchos miles de millones de dólares, y lo sigue haciendo, pero de ninguna manera quitar retenciones confiscatorias significa «beneficio».

Decir esto es tergiversar la realidad con mucha «facilidad».

Alentamos a las universidades y académicos a ajustarse rigurosamente a los hechos, como hacemos todos los días en el campo cuando queremos que una semilla germine.

Share