Por Adriana Murray.-

Este comentario apareció ante las fotos que publicó un productor de soja dañada a causa del fenómeno climático que provocó inundaciones en Santa Fe, Córdoba, Corrientes y Entre Ríos, durante el mes de abril y que todos conocemos.

Comentarios de este tipo inundan las redes y muchas veces los medios poniendo en evidencia la facilidad con la que todo el mundo se siente con derecho a opinar sobre la producción agropecuaria con total desconocimiento de la misma.

Por lo expresado, consideramos importante explicar por qué no es conveniente utilizar soja y/o maíz con estas características como parte de la alimentación de los animales.

Todos hemos visto en nuestras casas que, cuando la fruta o verdura se deteriora, crecen mohos sobre su superficie, una “pelusa” verde, negra o blanca. También sabemos que son hongos los que provocan esta alteración. Lo mismo ocurre con los granos en el campo cuando el clima juega una mala pasada como sucedió este año.

no-llores-002Los hongos utilizan los azúcares y proteínas de la fruta, verdura o granos, para crecer y multiplicarse. Mientras los hongos se “alimentan”, en general y como parte de su metabolismo, producen sustancias llamadas micotoxinas. Es decir que además de alterar las propiedades alimenticias de los granos, ya que proporcionarán menos energía, proteínas, etc., están contaminados con sustancias tóxicas que no es posible eliminar.

No existe un método físico, químico o mecánico que nos permita eliminar las micotoxinas de los granos. Los granos están irremediablemente dañados, las pérdidas para el agricultor son más que ciertas, ninguna planta de acopio o procesadora de alimentos balanceados recibe granos con semejante proporción de daño. Por lo tanto no es posible pensar en agregado de valor a estos granos contaminados.

¿Qué pasa si alimentamos animales con raciones contaminadas?

Simple, se trate de cerdos, aves o vacas, las micotoxinas en general provocan inmunosupresión, es decir los animales ven disminuidas sus defensas. Los animales inmunosuprimidos no responden a los medicamentos y los programas de vacunación, aumentando la mortalidad y como consecuencia las obvias pérdidas económicas. Si la contaminación es baja los animales no crecen como deberían, si la contaminación es mayor se enferman con severidad creciente. Además las micotoxinas implican un riesgo para la salud humana ya que los animales que consumen granos contaminados pueden acumularlas en su carne, huevos o leche.

Hongos y micotoxinas existen miles, como ya se mencionó causan inmunosupresión pero además cada micotoxina es capaz, en función de su concentración, de causar otros daños como por ejemplo abortos, prolapsos rectales y vaginales, necrosis de la piel, sólo por mencionar algunos.

Como una imagen vale más que mil palabras, les dejo un par de ejemplos de casos de micotoxicosis en cerdos y aves.

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