Por Juan José de Guzmán.-

Que la Argentina padece de una pandemia de políticos ineptos y corruptos desde hace varios lustros, nadie lo duda y nuestra decadencia así lo muestra.

Tal vez a usted, señor Presidente, le haya llegado la oportunidad (única e irrepetible), de inspirarse en el Coronavirus y poner en cuarentena también, a muchos de ellos, que al igual que el virus podrían infectarlo, impidiéndole llevar a cabo sus propósitos, que nos dijo al asumir, tenía para el país.

Las acertadas decisiones políticas y anticipatorias que viene tomando ante la inminencia de la llegada del temido CoVid19 han generado una imprevista aceptación y acompañamiento en todo el arco opositor y por añadidura un acercamiento en los márgenes de la grieta que nos persigue y nos impide avanzar.

Tomar una medida así lo elevaría enormemente en la consideración ciudadana que vería en ella la simiente de un nuevo liderazgo.

Las causas penales no lo persiguen, no es (ni ha sido) víctima de “lawfare”.

No lo dude, Presidente Fernández, cuando lo que está en juego es el destino de la Patria no existe la traición. La historia siempre guarda vacantes de Prócer.

La decisión, como todas, no es fácil, ni difícil. Sólo hay que animarse.

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