Por Alfredo Nobre Leite.-

Señor director:

Es inadmisible que la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner haya condicionado el acuerdo con Fondo Monetario Internacional (FMI), con respecto a la deuda argentina, que la Argentina debe presentar un plan económico para constatar su capacidad de pago a fin de determinar si concede facilidades de pago de la deuda argentina, que viene del gobierno del ex presidente Mauricio Macri, que tuvo que solicitar a la luz de la escatológica herencia que había recibido de su antecesora, un endeudamiento de 240 mil millones de dólares, con lar arcas exhaustas , sin un dólar de reserva en el BCRA, 12 millones de pobres, el país en default, por lo cual pidió un empréstito al FMI, ahora de US$44.000 millones.

Recordemos también, la deuda con los houldouts de US$1.330 millones, ante el Juzgado Federal de nueva York, del juez federal Thomas Griesa, por la que la Argentina fue declarada deudor recalcitrante por la Cámara Federal de Apelaciones de Nueva York, por negarse la presidente CFK a negociar con sus acreedores, mal asesorada por su ministro de Economía, Axel Kicillof, que prácticamente se triplicó con actualizaciones e intereses; amén de la deuda por el 51% del paquete accionario de YPF, de propiedad de Repsol, que fue confiscado por CFK sin una ley de expropiación y el pago de una indemnización; que pagó su sucesor, el presidente Mauricio Macri, con bonos por US$ 5.000 millones; como también las deudas por las anulaciones de los contratos de servicios públicos por CFK, ante el Banco Mundial, que también Juntos por el Cambio se hizo cargo, para salvar el buen nombre de la República Argentina, mancillada por el kirchnerismo.

No dejan de ser proverbiales las expresiones de CFK, afirmando que el préstamo por US$44.000 millones que pidió el presidente Macri era para compensar la fuga de capitales de la Argentina, cuando es asaz sabido que el matrimonio kirchnerista, cometieron -presuntamente- un desfalco/latrocinio estimado en US$ 80.000 millones, con la apropiación y la compra de viviendas, bajo la circular 1050 de indexación, de Alfredo Martínez de Hoz, cuyos propietarios se endeudaban en el Banco de la Provincia de Santa Cruz, y con más de tres cuotas indexadas que no podían pagar, que Néstor Kirchner los visitaba, y terminó comprando más más de 30 viviendas a precio vil, siendo la base de la fortuna de los Kirchner, según reconoció la misma CFK; y ni hablar de los contratos amañados de obras públicas, que NK empezó, siendo gobernador de Santa Cruz, que luego trasladó a nivel nacional, a partir de su presidencia del año 2003.

Deben la vicepresidente Cristina F. Kirchner, y su hijo, Máximo Kirchner, explicarnos el origen de esa fortuna, estimada -repito- de US$ 80.000 millones, por tratarse de bienes mal habidos,  deben restituirse al Estado.

Las bravuconadas de CFK ya no impresionan a nadie, y debe dar las explicaciones de sus bienes, por lo cual está sometida a juicio como sedicente jefa de una asociación ilícita para delinquir, con sus amanuenses y testaferros, Lázaro Báez e hijos, que poseen mitad de tierras de la provincia de Santa Cruz, que están presos por su adquisición en base a recursos mal habidos.

Con cordiales saludos.

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