Por Máximo Luppino.-

El descontento social azota toda Francia. Emmanuel Macron por decreto oficializó una reforma jubilatoria que en apretada síntesis aumenta la edad jubilatoria en dos años. Así, de los 62 años actuales, se pasaría a los 64 años la edad jubilatoria.

Las encuestas muestran que dos de cada tres franceses están en contra de esta “reforma” y entre los trabajadores el desacuerdo se eleva al 95% de los asalariados.

Francia ya lleva 10 paros generales con cada vez más adhesión civil a las protestas contrarias a esta medida decretada por Macron. A pesar de todo este reclamo popular y a su inocultable pérdida de popularidad, insiste con su inconsulta medida.

Los gobiernos del planeta deben comprender que los trabajadores no pueden ser tomados como una variable de ajuste. Es decir, los “errores financieros” no pueden ser “pagados” por los empleados de una Nación.

Un 5% de individuos del globo suman los miles de millones de dólares que el resto de la humanidad necesita hasta para alimentarse y saldar sus necesidades más elementales.

El desequilibrio mundial implica más para los poderosos y pretende menos para los que nada tienen. Este es el verdadero origen de la aflicción del proletariado.

Sin lugar a dudas la errática medida de Emmanuel Macron es el sueño añorado por liberales y libertarios en nuestra patria. Tanto Larreta como Bullrich y Milei comparten esta real barbaridad social de Macron. Creen que si las personas suman años a su expectativa de vida deben aportar más, cuando en verdad es un tiempo que los obreros ganaron para su libre albedrío, su desarrollo intelectual y espiritual. No se trata de un tiempo de mayor explotación. Los sindicatos de Francia y la población toda no perderán esta batalla por sus derechos a vivir dignamente.

Tenemos que tener en cuenta esta realidad francesa ya que en este 2023 hay elecciones generales en nuestra república y está muy claro cuáles candidatos desean hacer “reformas” laborales y jubilatorias. Es decir, más trabajo y menos beneficios. También está a la vista cómo el movimiento del general Perón facilita jubilaciones y agiliza los trámites de los beneficiarios a este singular merecido derecho. Sólo recordemos cómo se creó la jubilación para las amas de casa y bajo qué gobierno se implementó este merecido derecho.

Sepamos votar en defensa propia. Para ser mucho más claros en nuestras opiniones, con cualquiera de los candidatos de Cambiemos o Libertarios, la gente de la Nación Argentina será sometida a un ajuste tremendo y a nuevas leyes que limiten los derechos ya obtenidos. En cambio, cualquiera sea el candidato del Frente de Todos, los empleados estarán tranquilos y seguros de que jamás se instrumentará una ley que ataque sus derechos ya ganados.

El mundo mira a Francia ya que, si esta prolongación de la edad para poder jubilarse prospera, otros países pretenderán aplicarla. Pero no creemos que esto se implemente. Las últimas manifestaciones en el país galo se contaron por millones de reclamantes que pelean por sus derechos ya consolidados.

Emmanuel Macron está yendo contra la corriente de la historia. Está parado en el lado oscuro de la política social. En este momento ingresan el orgullo y la vanidad en juego. Es de estadistas saber dar marcha atrás cuando todo un pueblo lo reclama, y es de torpes enfrentar el océano liberador del humanismo creciente.

Esperemos que Macron escuche la voz de la historia.

También esperemos que en las elecciones del 2023 en nuestra Argentina sepamos ver dónde están garantizados los derechos de los humildes y los intereses de nuestra sagrada república.

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