Por Alfredo Nobre Leite.-

Señor Director:

En el artículo «Será imposible prosperar si no se respeta la Constitución» (La Prensa, 14/7), la economista Iris Speroni se agravia con el manejo de la economía que lleva acabo el presidente Mauricio Macri y equipo de colaboradores, quejándose de que se viola nuestra Carta Magna, puntualizando que la campaña electoral es la más cara de la historia de US$9.600 millones; se contrató la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sin autorización del Congreso; mantiene el tipo de cambio atrasado (es vez de decir que nuestra moneda se aprecia y baja la inflación); se queja que los diputados y senadores relacionan que aprueban un presupuesto miserable para las Fuerzas Armadas y luego se hunda el submarino ARA San Juan (se guarda de decir que la causante fue la renovación paupérrima de su vida útil, a cargo del gobierno kirchnerista); que el ministro de Economía aumentó las retenciones a las exportaciones y luego sufren las economías de Formosa y Chaco; que dispone la venta de tierras de propiedad nacional, sin dar cuenta al Congreso; se agravia también con el Acuerdo Stand-by con el FMI, por ser facultad del Poder Legislativo; que el FMI presta dinero en violación de nuestra Constitución (¿?), calificando la operación de mala praxis; que el crecimiento de la población en nuestro territorio no es armónico; critica que el Gobierno Nacional no hizo caso a su propuesta de llevar a cabo una Segunda Conquista del Desierto (sic), desconociendo las causales que tuvieron en cuenta Avellaneda y Roca; y proponer despoblar las grandes urbes mediante la eliminación de subsidios y privilegios (¿?); objeta que se grave a las zonas rurales con US$ 11.000 millones de retenciones…; insiste que las retenciones agropecuarias son un incentivo para despoblar el interior del país; objeta además que el Poder Ejecutivo retrucaría con la delegación de facultades por el Congreso para endeudarse y que los legisladores carecen de facultades para ello.

Lamentablemente, la economista Speroni no tiene en consideración la herencia escatológica que recibió el presidente Macri, con una economía en estanflación durante cinco años, sin un dólar cash en el BCRA, con el país en default, las deudas con los holdouts, la estatización del 51% del paquete de YPF de propiedad de Repsol, y desconociendo que los tribunales de Nueva York calificaron a la Argentina como «deudor recalcitrante»; amen de la deuda con el Club de París; con un gasto público del 46% del Producto PBI), que el kirchnerismo aumentó del 25%; con déficits fiscales recurrentes que se financiaban con emisión monetaria espuria, con una elevada tasa inflacionaria, una presión tributaria superior al 35% del PBI, confiscatoria según la Corte Suprema, que afectaba el desarrollo de las empresas privadas, quebrándolas, y licuando sueldos y jubilaciones; el aumento de la desocupación (que se disimulaba, pues las estadísticas del Estado eran manipuladas por el kirchnerismo); y haber fabricado 12 millones de pobres (por el voto de quienes viven de los planes de subsistencia); amén del latrocinio nunca visto en los anales históricos de unos 10.000 millones de dólares; por lo cual la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, hijos y adláteres desfilan por los tribunales. Y llama la atención que la economista no insista con reducir los impuestos, sin ilustrarnos cómo se hace sin bajar el dispendio público.

Le sugiero que haga las denuncias penales por todos los males que, según ella, sufrimos por no (supuestamente) respetar la Constitución Nacional ante un Poder Judicial, que dejó de ser manipulado por el kirchnerismo a través de los integrantes de la infausta (In)justicia legítima, digitada por la ex jefa de Estado, Cristina Fernández de Kirchner.

Y lo que lamentablemente omite, es que se están regularizando las cuentas públicas, me refiero a la macroeconomía, y que se obtuvo un fuerte superávit fiscal primario de $ 30.221 millones en primer semestre del año en curso. Asimismo, según los más prestigiosos economistas, se pronostica que la economía mejoraría durante el segundo semestre y que para las elecciones de octubre estaremos en una mejor posición, beneficiosa para toda la población, que ha aguantado el chubasco, que Speroni ignora en su crítica acérrima.

Con cordiales saludos.

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