Por Juan José de Guzmán.-

Porque deseo que las Madres queden en la historia como el símbolo de la paz , la unión y la concordia que el mundo entero veneró voy a aceptar su invitación a recibir críticas respecto al rumbo, “si es que alguna vez lo perdemos”.

Hace rato que el hoy manchado símbolo que se volvió ícono de “amor, valentía y dignidad en los seres humanos” ha sido cooptado por la política, que utilizando a su presidenta como garantía de probidad supo convertir el amor en odio, la valentía en cobardía y la dignidad en abyección.

Hace rato que Hebe de Bonafini desafió a la condición humana con su “danza macabra”, tras la caída de las Torres a manos del terrorismo internacional. Hace rato que Hebe, convertida por un gobierno corrupto en fiscal de “la moral” organizó un escupitajo popular contra periodistas honorables y valientes, que en los 70 acompañaron sus reivindicaciones, pero que por ser libres y críticos (esa es la misión del periodismo ante la sociedad) fueron difamados desde el poder. Hace rato que Hebe, en nombre de ustedes benefició a varios corruptos tras la cortina de la Fundación Madres.

Hace rato que Bonafini viene cavando en la grieta de los argentinos en vez de fomentar la unión, que en homenaje a la memoria de sus hijos debería proyectar como meta. Eso sí, no olvidó coronar su compromiso con los DDHH con un deleznable acto de genuflexión hacia el General Milani, con quién se retrató para la tapa de la revista de Las Madres.

Por todo ello y en homenaje a la valentía, que hizo de ustedes un símbolo, por la memoria de mis adoradas “hermanas Gard” (gente de dar hasta que duela) exijo que declaren públicamente que las verdaderas “Madres de Plaza de Mayo” nada tienen que ver, ya, con esa persona.

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