Por Alfredo Nobre Leite.-

Señor director:

Llama poderosamente la atención que el embajador argentino ante Chile, Rafael Bielsa, se haya interferido en los asuntos internos de ese país, reiterando su apoyo a los mapuches en Araucaria, Chile, emulando al ministro de Medio Ambiente, Juan Cabandié, que sostuvo la invasión de propiedades privadas en Villa Mascardi, Río Negro, y teniendo en cuenta que el Gobierno nacional se negó a enviar fuerzas federales a esa provincia, a pedido de la gobernadora Arabella Carreras, argumentando el presidente Alberto Fernández que no tenía por qué cuidar las rutas provinciales; ahora Bielsa tuvo el tupé -se ve que no es diplomático- de reiterar sus comentarios improcedentes ante el candidato derechista José Antonio Kast, favorito, por haber cosechado el 28,52% de los votos en la elección presidencial.

La pregunta que hacemos es cómo es posible que el Gobierno interfiera en los asuntos internos de otros países, y al mismo tiempo manifieste su apoyo a regímenes totalitarios de extrema izquierda, cómo los de Venezuela, Nicaragua y Cuba… ¡Dime con quién andas y te diré quién eres!

Pregunto: ¿qué espera el presidente Alberto Fernández para respetar la autonomía de las naciones mencionadas, y, en el caso de Bielsa, para defenestrarlo?

Con cordiales saludos.

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