Por Ricardo Andrés Torres.-
Para un argentino San Martín es como esas presencias ubicuas, que las sabemos ahí, presentes de alguna manera desde que éramos niños, como el sol o como nuestros padres. Yo puedo recordar cómo a los cuatro o cinco años mi tía me llevaba al “Barrio San Martín” a pocas cuadras del mío, y en los billetes de la década del 70, los “pesos Ley 18.188”, la augusta ancianidad del prócer nos observaba desde las más altas denominaciones, 50 y 100 pesos. En la escuela conocimos algo más de esta misteriosa y firme figura, con nombre de santo, el “Santo de la Espada” y en los libros de lectura lo veíamos, con su gorro bicornio, su caballo blanco y su epopeya inigualable. La Marcha de San Lorenzo con su febo asomando y al moreno Cabral haciéndose inmortal inflamaba mi pecho cada tarde al salir de la escuela Blas Parera, y en el segundo grado recité con brío las palabras de aquel heroico sargento: ¡Muero contento, hemos vencido al enemigo!, para el aplauso de mi maestra y mis compañeros, una de mis pocas glorias de estudiante en la primera escuela primaria.
Después vinieron las revistas infantiles y los libros de historia, más detallados contando la gran hazaña de los Andes, la honrosísima modestia de aquel correntino corajudo, su misterioso amor por la Patria, su mirada severa. Don José nos miraba y nos mira como esperando que una vez por todas nos juguemos por la Patria. ¿Para cuándo? ¿No basta acaso su huella luminosa, su estela del fuego atroz que nos hizo libres, los bronces innumerables que enaltecen su figura? ¡Qué pequeños que somos a la sombra de esa gigantesca hombría! ¿Todavía no “la vemos”? ¿Cuánto falta para que nos demos cuenta de que sólo renunciando a nosotros y luchando por un ideal superior podemos reconstruir esta Patria deshecha en jirones? Nos falta mucho, somos como hojas arrastradas por un vendaval de secularismo, individualismo y confusión, cada vez más potente. Pero en esta tormenta de autonegación, sigue estando en nuestras plazas, en nuestra historia, en nuestra conciencia profunda esa enhiesta sombra que nos observa. Que la Providencia del Creador haga surgir las almas que conduzcan la Patria hacia su reconstrucción, como las tropas de San Martín avanzaban en la feroz cordillera, y que el mismo Gran Capitán nos ayude a emprender ese camino.
18/08/2024 a las 10:52 AM
Le cuento al compatriota que también por educación familiar y escolar recité mi primer versito, siendo alumnito de guardapolvo blanco: «San Martín nació en Misiones/ En apartadas regiones./ Siendo niño se fue a España/ Y allí comenzó su hazaña./ Hoy su gloria es tan grande/ como el cóndor sobre el Ande».
La contracultura en boga omite enseñar las virtudes patrióticas. ¡Así nos va!
18/08/2024 a las 4:38 PM
Impecable nota sobre San Martín.
Si, casi, aún se lo ignora en los festejos y las clases escolares, qué se puede esperar que una mayoría ignorante, por no decir de imbéciles, no se detenga a pensar en las hazañas y la gloria sembradas por este hombre de la Patria.
Más aún, el kakismo, por caso, practicamente ignoró las celebraciones de otros hitos históricos durante su asqueroso paso por el gobierno,
Mucho se deberá trabajar , desde la educación, para revertir este asunto. Aunque lo dudo, sea pronto.. Pasará mucho tiempo para eso.
20/08/2024 a las 3:36 PM
jajajajajajaj
20/08/2024 a las 3:38 PM
Su forma de alabar a San martín me parece payasesca y enfocada en lo INFANTILMENTE EMOTIVO, poco veo que haya aprendido sobre su trascendencia histórica real… se ha alimentado en su texto de lo más básico y elemental de los manuales Estrada de la primera década de los 80…
20/08/2024 a las 3:42 PM
cUANDO EL SUJETO ha practIcado mucho sexo con alguna babosa retrasada mental y de dormida… jajajaj el traspase de energías HACE MÁS BOBASO A QUIEN HAYA USADO eteLredos Y DEMÁS REYES PARA HACERSE PARECER CULTO
20/08/2024 a las 5:09 PM
Ruegue a su padre «celestial» que así como consigue que se borren los comentarios se borre lo cometido, pero es IMPOSIBLE, Hay VIRYAS que conocen de lo imborrable. ay plato que están TUTO TUTOO (en quechua) pero que ya enfriarán en unas décadas y ahi será factible degustarlos
20/08/2024 a las 7:18 PM
le tendrian que haber inyectado sangre de esa que vos decís a la sangre de pat oque ni lavaba los platos, CHE HIJO DE PUTA
24/08/2024 a las 8:14 PM
https://www.youtube.com/watch?v=e-hseC2GpMM&t=101s
24/08/2024 a las 8:15 PM
https://www.youtube.com/watch?v=aB9W-8KOcZY
24/08/2024 a las 8:21 PM
https://cordoba.mitelefe.com/actualidad/hallan-muerto-a-un-hombre-en-barrio-ejercito-argentino/
27/08/2024 a las 9:26 PM
Recuerdo cuando en 1993 cambiaste tu conducta y la frecuencia con que nos juntábamos. Y mantenías oculta la razón. Voy a desgranar esa circunstancia.
Estabas empezando a parasitar al viejo del parachute bélico, porque necesitabas cenar todas las noches.
Pero te abusaste, te adueñaste de esa pobre familia, de ese viejo crédulo que aún hoy defiende tu conducta y vos, como los parásitos de los xenomorfos de Alien, te aferrabas a esa cabeza hueca de ese brutón, a esa billetera, y lograste una motito y comida con PERIODICIDAD DE JORNAL, ya que te morías de hambre.
Hiciste uso eximio de la misma conducta que usaste con Mme. Pereyra, la Ganzeda de letras, el morocho de filosofía y la «George da Burgos con vagina’ de la bibl. que era una puta gigantesca, y Manzanares.
Y lograste que te adoptaran y lograste medrar a la sombra de un Don Segundo Sombra que te amparó y te asiló AUXILIÁNDOTE DE TU DESAMPARO, ese que sufrías, dentro de tu BASUROSO CLAN FAMÉLICO.
Fue tu mejor actuación como Tartufo, al punto de que te llevaron de viaje dos meses cuando debería haber ido el hijo del Viejito Vizcacha del que figuraste como ‘sobrino’.
Te vistieron.
Estabas anclado a ese medio de frecuencia m. porque choreabas, mamabas de esa teta, por eso te habías alejado de la amistad con otra gente.
Como un IMPOSTOR ASQUEROSO, ibas a donde el río de la leche que mamabas era más grueso.
PEDAZO DE BASURA HIJO DE UNA PUTA HÚNGARESCA
He aquí un buen resumen de tu cepa, de tu motor , de tu centro inmundo.