Por Carlos Belgrano.-

Hace exactamente una semana, el Vicepresidente Ecuatoriano Jorge Glas fue detenido e inmediatamente encarcelado por sospechas fundadas de haber sido receptor directo de sobornos por parte del más ciclópeo repartidor de coimas brasileño: Odebrecht.

Tomé conocimiento del hecho en la página 5 del matutino Clarín en un escueto artículo.

¿Qué nos indica la escasa o ninguna importancia impresa por esta prensa corporativa a una noticia que debió destacarse en la primera plana de todos los periódicos argentinos?

En realidad lo ignoro, pero infiero que por vía de un mero reduccionismo, debemos asignarlo a la vergüenza.

Porque sin duda es difícil compaginar un mero incidente policial que no requirió de los fueros para encarcelar sin más trámite a un soberano coimero.

Quizás en esa línea encontraremos la gimnasia y directrices de cómo se maneja el sistema.

Que es mendaz por nacimiento y derechos.

Aquí, entre nosotros, vemos a Kretina, Desvío y sus pichones desfilando por esa catedral del oprobio de Comodoro Py, amparados en sus garantías de impunidad para presentarse ante un grupo que, disfrazados con togas como si fuesen asistentes a un Halloween son de idéntica factura moral que a quienes reciben como imputados.

Es por la existencia de esa omertá forense que la sanción social nunca logró subir un solo peldaño de esa inexistente escalera para llegar al observatorio de la inmundicia.

Y para que esa edificación nunca se erija se deben inventar sensacionalismos como los de Maldonado -secuestrado y ultimado por estos subversivos mapuches- a los efectos de nacionalizarlos y de ser posible, internacionalizarlos.

Porque es más trascendente hacer flamear la divisa de estos bolitas y descendientes de chilenos e ingleses, justo ahora que está por adquirir rango parlamentario el reparto de tierras fiscales a toda esta infecta indiada que poner en perspectiva nuestro carnavalesco Poder Judicial y el de uno pequeño pero efectivo como el existente en el Ecuador.

¿Cuántos de estos pedorristas están acreditados hoy en Quito para seguir a esta Selección de pechos fríos y apátridas?

No menos de doscientos.

¿Ustedes creen que a alguno de estos les han comisionado alguna nota sobre la caída de Glas?

Créanme que a ninguno de ellos, no solo porque no se podría elegir a nadie de esa partida de ignorantes para que expresen otra cosa que la tertulia del fulbo, sino porque ello está vedado por los capitostes del aparato.

Va de suyo que inclusivos del gobierno de Macricio que siempre les agradece a aquellos que no batan demasiado el parche con las correrías de su ministro/cajero Caputo, quien ya acumula una decena de denuncias en la ¿Justicia Federal Porteña? a las que les dispensa la misma atención que a un puñado de infracciones de tránsito.

Muescas y rastros que nos fuerzan a preguntarnos…

¿DÓNDE SE ESCONDIÓ LA VOLUNTARIEDAD DEMOCRÁTICA?

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