Por Hugo Modesto Izurdiaga.-

El hecho pudo haberse evitado. Hubo varios implicados que bien pudieron haber cambiado el transcurso de lo sucedido. La justicia, los médicos, la escuela. Todos ellos tuvieron un mal desempeño y no hicieron lo imprescindible, que era averiguar qué estaba pasando en la vida del niño. La policía no hizo nada; ni siquiera concurrió al domicilio de la víctima, tras la denuncia hecha por una vecina.

Los partícipes nombrados no conocen el significado de «dar la milla extra», que es la disposición que tiene una persona para hacer algo, más allá de su deber. Realizar un esfuerzo y no por obligación, sino por gusto, por placer, por amor.

Entre la desidia y la omisión. El no querer involucrarse y la falta de empatía para con los demás, surge una pregunta ¿hay más de un responsable en la muerte de Lucio?

Conclusión: Si logramos ponernos en lugar del otro, haremos más de los que nos piden. “Si alguien te pide que recorras una milla, dale dos”.

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