Por Roberto Fernández Blanco.-

El dinero es sólo un referente para el intercambio (presente o futuro) de riqueza. Si la comunidad produce 10 tomates y hay emitidos 10 pesos, cada tomate cuesta 1 peso. Si hay emitidos 20 pesos, cada tomate cuesta 2 pesos. Pero lo esencial es que no comemos pesos y sólo hay 10 tomates para comer aunque se emitan millones de pesos. Riqueza son los tomates producidos y todo aquello que queremos y/o necesitamos consumir.

Quien supone o presume que emitiendo moneda está generando y repartiendo riqueza es un insensato, un supino ignorante que desconoce el concepto riqueza e ignora el daño social que con ello provoca. La riqueza no es un bien existente, hay que producirla. Sin extraer y procesar el petróleo no es riqueza útil. Tampoco lo es la tierra fértil sin labrar y cosechar.

La riqueza útil, la que genera bienestar social, la producen los emprendedores de todo nivel (verduleros, textiles, ganaderos, empresarios, etc.) intercambiando libremente los frutos de su producción, bienes y servicios.

Para que una comunidad goce de mayor riqueza y consecuente mayor bienestar hay que fomentar la multiplicación productiva liberándola de trabas y expoliaciones (impuestos y reglamentaciones recaudatorias) instaurando sistemas de administración (gobierno) de delimitadas atribuciones delegadas y muy eficiente mínimo gasto público, tal que no interfiera en el libre accionar productivo del soberano pueblo mandante.

Y no permitir estructuras públicas ni componentes sociales parasitarios improductivos que exijan y/o pretendan ser incorporados como gasto público.

Share