Por Juan José de Guzmán.-

La noticia de los niños que encontraron un sobre con 50.000 pesos en una localidad cordobesa y decidieron devolverlos a su dueño emocionó y llenó de esperanza a quienes seguimos creyendo y apostando por el tremendo peso que tiene “la familia y la escuela”, en ese orden, en la formación moral de los niños.

Ellos están creciendo con los valores que en esas dos instituciones se enseñan y transmiten.

Ellos, a pesar de sus escasos años de vida (alumnos de 5to grado) supieron desde el primer instante que ese paquete que habían encontrado no les pertenecía y pensaron (acertadamente) que quien los hubiera perdido estaría muy preocupado y tenían que encontrarlo.

Ellos planificaron cómo buscar al dueño del sobre para devolvérselo y, como estaban convencidos de lo que tenían que hacer, no tardaron en dar con él (no era él sino ella, la persona que los había extraviado).

La historia tiene final feliz, no sólo para la afortunada Eugenia, dueña del Bar Ohana y del sobre con el dinero, sino porque esos 4 niños del colegio Sagrado Corazón de Jesús de Deán Funes plantaron una semilla de esperanza que seguramente germinará en la cabeza de cada persona que lea diarios o vea televisión y se entere de la actitud de esos 4 niños formados en el amor al prójimo, y se propagará como ejemplo a seguir.

No es poca cosa.

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