Por Ovidio Winter.-

No pudió con su curiosidad por saber qué había pasado aquel 12 de septiembre. Fueron varias noches de vigilia esperando el alba y meditando sobre un teorema inconcluso, las PASO 2021. Pero finalmente se hizo la luz. Como todo aquel que persigue un objetivo de manera obsesiva, una mañana encontró la claridad, tras el amanecer de un nuevo día.

Casi sin darse cuenta de la magnitud de su hallazgo, como casi siempre sucede con los grandes descubrimientos (la penicilina de Pasteur), llegó a la conclusión que tanto necesitaba y de repente se dio cuenta de que “la pandemia había alterado las facultades de los votantes y eso había incidido en la decisión, probablemente equivocada del pueblo”.

Y lo más probable que suceda de aquí en adelante con la continua baja de casos (pronostica para sus adentros), es que hacia noviembre la gente haya recuperado la cordura.

En Casa Rosada aguardan esperanzados (y con Fe) el cumplimiento de esos vaticinios mientras, por las dudas, el flamante Jefe de Gabinete se encomienda a Dios.

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