Por Juan José de Guzmán.-

Si algo les faltaba a los pobres jubilados para sentir que son los olvidados de siempre, los desprotegidos de todos los gobiernos, fue que los fallos de la justicia de la Seguridad Social comenzasen a tener visiones totalmente contrapuestas sobre temas previsionales como ha ocurrido con el fallo d la Sala 2 de la Cámara de la Ciudad de Buenos Aires que se pronunció de manera unánime en favor del decreto presidencial de 2020 que suspendió los ajustes definidos por ley durante el gobierno anterior, exactamente contrario al que hubieron emitido las Cámaras Federales de Paraná y Salta.

Si la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que no tiene plazos ni tiempos para pronunciarse, no toma cartas en el asunto y define “cuál de las dos posiciones enfrentadas es la que debe imperar para resolver presentes y futuros reclamos, el vacío legal que se instalará en un tema tan sensible hará que la desorientación y el desánimo se apoderen de “los abuelos”, a quienes con tanto cariño se refieren los candidatos en cada discurso proselitista.

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