Por Otto Schmucler.-

Al margen de los “horrores” que está cometiendo la oposición, por suerte siempre, en algún lugar o momento aparecerá algún protagonista que hará que nuestras esperanzas no decaigan y nuestro anhelo de “Justicia justa, no Legítima” se mantenga vivo.

Tras la victoria obtenida con los votos que desde la “vereda de enfrente a Todos” le obsequiamos (tal como nos lo pidieron, casi rogando), “Juntos” no ha parado un solo día de dilapidar ese apoyo obtenido en las urnas. Afortunadamente nuestro Presidente no para de desdecirse de lo que hubiera opinado “hace nada” respecto a la probidad de sus miembros, al referirse a la Corte Suprema. Es el mismo que hubiera aseverado con contundencia, «Si CFK no entiende por qué la Corte es un ‘contrapoder’ deberíamos averiguar quién la aprobó en Derecho Constitucional. Basta de sofismas!»

Ahora, se suma a esta selección de disvalores el que debe ser uno de los ciudadanos más aborrecidos por el pueblo, Luis D’Elía. Junto a otros funcionarios del gobierno (como el viceministro de Justicia) están organizando una “Marcha para febrero” para pedir la renuncia de los integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. ¿A título de qué?

Sr. D’Elía, sólo queda agradecer su exposición pública en momentos de máxima tensión entre los costosísimos bufets de abogados defensores de lo indefendible vs los Tribunales Orales.

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