Por Alfredo Nobre Leite.-

Señor director:

No conforme con el fallo de Corte Suprema de Justicia de la Nación, de 91 folios, que declaró inconstitucional el DNU 241/2021 del Poder Ejecutivo, y ratificó la Autonomía de la Ciudad de Buenos Aires, en el marco de la reforma constitucional de 1994, llama poderosamente la atención que ahora el presidente Alberto Fernández insista en el error, y envió al Congreso Nacional el proyecto de Ley Semáforo, que permite disponer de un plumazo restricciones a las libertades de los argentinos, en distritos en que se hayan disparado los casos del covid-18.

Pregunto: ¿para qué insistir con el capricho de seguir conculcando las libertades consagradas por la Constitución Nacional?, que so capa de una supuesta protección ciudadana, pretende seguir violando derechos, garantías y libertades consagradas, y sabiendo perfectamente que todas las medidas tomadas, desde el DNU 260/2020, firmado el 12-3-2020, por un año, lo que provocó en la práctica fue el aislamiento de las personas sanas, en vez de las infectadas por el Covid-19, la destrucción de la economía, la desocupación y la pobreza de más del 40%, y, para colmo de los males, no se ocupó el Gobierno Nacional de adquirir las vacunas para inocular a las personas de riesgo por la edad, y los profesionales de la salud (*); habiendo sospechas de la adquisición de dichas vacunas, la Sputnik V, y no la de Pfizer/BioNTch, cuyas pruebas de la tercera etapa fueron realizadas en el Hospital Militar de Palermo, y sospechosa de sedicentes pedidos de «retornos», por lo cual fracasó su adquisición; como también la Moderna, AstraZénaga, la Oxford, entre otras.

Es deplorable la actitud ambivalente del jefe de Estado, sus fallas inaceptables en torno de su deficiente proceder en todo el trascurso de la epidemia, mal asesorado por un grupo de epidemiólogos, presuntamente ligados a intereses de fabricantes de las vacunas; en vez de recurrir a los otros científicos: psiquiatras, psicólogos, sociólogos y economistas, para encarar y llevar a cabo las medidas para proteger a la población, evitando los desmanes, que sufrimos desde el 20 de marzo de 2020, a la luz de las muertes ocurridas, estando el país entre los que más sufrieron por los cien mil de habitantes.

Asimismo, es proverbial la caprichosa creación del AMBA -las villas miseria de los 35 partidos del conurbano bonaerense con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires-, en especial los partidos de La Matanza, San Martín, Quilmes, entre otros, de poblaciones míseras que no cumplen con las medidas de prevención, y son focos de contagios y de muertes lamentables, que nade tiene que ver -repito- con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. ¡Que tome debida nota el gobernador Axel Kicillof!

Lo único que le faltaba al presidente Fernández, bajo la férula de la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, es no reconocer sus errores, y procurar el concurso de los legisladores de la oposición, que rechazan toda medida restrictiva del Gobierno, y sus legisladores que no podrán conceder al Poder Ejecutivo ninguna facultad extraordinaria, a la luz del artículo 29 de la Constitución Nacional, que expresa : «Actos de esta naturaleza -facultades extraordinarias, ni la suma del público-, llevan consigo una nulidad insanable, y sujetarán a los que los formulen consienten o firmen, a la responsabilidad y pena de los infames traidores a la patria» (sic).

Que el presidente Fernández, la vicepresidente Fernández de Kirchner, y los legisladores del Frente de Todos, tengan muy presente que no se aceptará, ni tolerará la ciudadanía medidas y resoluciones algunas, que violen los derechos, garantías y libertades consagradas por nuestra sabia Constitución Nacional 1853/1860.

(*) Para colmo cometieron la torpeza de inocular a funcionarios públicos y «privilegiados» con la Vacunación VIP, que hasta el Procurador General, Carlos Zannini, se hizo vacunar, como personal médico, robando la vacuna al personal médico (muchos se murieron sin vacunarse), y a ancianos mayores de 60 años.

Con cordiales saludos.

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