Por Alfredo Nobre Leite.-

Señor director:

La Justicia chilena ordenó liberar el 21 del actual al presunto líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), Facundo Jones Huala, quién prevé regresar a la Argentina tras salir de la cárcel de Temacue, ubicada a 600 kilómetros al sur de Santiago, que fue condenado a prisión por el incendio de una vivienda y por portación ilegal de armas de fuego.

Recordemos alguna de las «hazañas» de Jones Huala al respecto, a la luz de que el presidente de la Junta Vecinal y propietario en la Villa Mascardi, Diego Frutos, quien había presentado una denuncia penal a raíz de las sumadas denuncias de usurpación de la autodenominada comunidad mapuche Lafken Wincul Mapuche de tierras nacionales y privadas, y por supuestos ataques, saqueos y destrozos por parte de miembros mapuches, se sumó una querella presentada por el mencionado Diego Frutos. A fines de agosto de 2021 se denunció que un grupo de la comunidad que lo obligó a escaparse hacia una zona de altura del bosque y ser posteriormente rescatado por el grupo COER de la policía provincial, contó que la querella penal fue presentada contra el directorio de Parques Nacionales a raíz de las declaraciones del ministro de Ambiente, Juan Cabandié, en Bariloche, durante la Asamblea de la Red de intendentes de Municipios de Cambio Climático, sobre la posibilidad de un co-manejo de las tierras en las que se asienta Lof Lafken Winkul Mascardi. Además, manifestó sentirse desprotegido porque Gendarmería está muy distante, siete kilómetros de Mascardi, y que el Gobierno nacional se desentiende del problema, es decir que el kirchnerismo está avalando la usurpación de propiedades por los presuntos mapuches. A esto respecto, recordemos los incidentes en el Lago Mascardi de octubre de 2020, por encapuchados que quemaron una casa de policías y atacaron a pedradas a los bomberos que intentaban apagar un incendio, por enésima vez. Hay que remontarse al incidente de octubre de 2017 por individuos mapuches -pueblo originario de Chile- en esa localidad a unos 35 kilómetros de Bariloche, reclamando ser propietarios ancestrales -repitiendo su cantinela- de un sector de un parque rionegrino, pues carecen de todo derecho y legitimidad.

Téngase en cuenta que un hermano del detenido liberado, en esa oportunidad, Facundo Jorge Huala, jefe de la autodenominada Resistencia Mapuche (RAM), y otro joven fueron liberados el 22 de octubre de 2017, tras pasar varias horas bajo arresto en la localidad rionegrina de El Bolsón por llevar seis bombas molotov en el marco de una protesta en el lugar, llamados Nicolás Daniel Hernández y su amigo Marcos Tomás Najman Piliman, ambos de 24 años, que habían sido detenidos en la seda del Escuadrón 35° de Gendarmería Nacional.

El edificio vandalizado, como consecuencia o reacción por la muerte del artesano Santiago Maldonado (se murió en las gélidas aguas del río Chubut por no saber nadar), desapareciendo en territorio chubutense en que cuatro individuos del grupo RAM el 21 de julio de 2017 incendiaron una casilla de la estancia de la «Compañía de Tierras del Sud Argentino» del Grupo Beneton, en la localidad de Epuyen, golpeando al guardia y esparciendo panfletos pidiendo la libertad de Facundo Jones Huala, con pedido de captura de la Justicia chilena. Ese grupo de inadaptados rompieron todo el edificio de la Municipalidad y generaron molestias en el tránsito de la zona. Es pertinente que las autoridades nacionales sean conscientes y tomen nota para terminar con la cuestión mapuche, que no son pueblo originario argentino -repito-, sino chileno.

Además, ese grupo de mapuches cometieron dos crímenes de lesa Patria al destruir el busto en homenaje a nuestro prócer, el General D. José de San Martín, y quemaron la Enseña Patria (sic).

Los araucanos/mapuches, a partir dd 1830, haciéndose llamar también huilliches, peheulches y pincunches, etc., llegaron a la Argentina siendo ya una nación libre, soberana e independiente. Se asentaron en los territorios de Neuquén, Río Negro y Chubut, habitados por los guenaken o guinecas, a los que lamaban tehuelches -«gente del sur»-, que es un híbrido de pampas y mapuches, quienes en sus guerras invasivas diezmaron y despojaron a aquéllos, hacia el sur, hasta llegar a Tierra del Fuego. Los araucanos/mapuches fueron empujados por el General D. Julio Argentino Roca a su país, Chile. Habían establecido definitivamente en Carhué, con la autorización de Buenos Aires. El 28 de octubre de 1824, el cacique principal Mariano Caniultlán, se bautizó y tomó el apellido de su padrino, el General D. José Rondeau, y fijó residencia en Chiloé (*).

Los mapuches con sus malones, desnudaban su naturaleza, llegaban hasta Bahía Blanca, tomaban mujeres y niñas que «indianizaban», al tiempo que mataban a todo hombre mayor de 14 años, y arrastraban hasta 200 mil cabezas de ganado bovino a Chile, para destacar el gravísimo error que cometió la Convención Constituyente de Neuquén, en febrero de 2006, bajo la presidencia del exgobernador Jorge Sobisch, quien bajo la presión del inefable premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel y del ideologismo indigenista, cometió la torpeza de reconocer a los mapuches el ‘derecho de pueblo original’, por no ser pueblo original argentino (cómo queda dicho), sino chileno. Tampoco tuvo en cuenta el mapa de Argenitna, donde las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut aparecen remarcados como territorio mapuche -por sus ínfulas independistas-, que con el título de «Lo que faltaba», «LA PRENSA», el 13 de octubre de 1988, preguntaba: «¿Qué dice el Gobierno argentino?»; naturalmente nada. Y lo que hizo Sobisch fue echar leña al fuego.

Roca impidiendo que los mapuches tomaran posesión de las provincias aludidas, aseguró a la Patagonia como territorio nacional. (Motivo por el cual, en el cruce de las avenidas Roca y San Martín, en la ciudad de Río Gallegos, donde se erige el busto de nuestro prócer máximo, la primera debe volver a su nombre original -de Julio Argentino Roca-, y no Néstor Kirchner (un ladrón de guantes blancos, que con su consorte, CFK, cometieron el desfalco/latrocinio estimado en US$ 80.000 millones).

Es imprescindible puntualizar que los descendientes mapuches carecen de derechos más allá de lo que estableced la Constitución Nacional, como cualquier hijo de vecino, o como otro privilegio o inmunidad inherente…; no hay en ella fueron personales…, y todos los habitantes son iguales ante la ley.

Es fundamental afirmar que el Gobierno nacional, en la persona del presidente Alberto Fernández, no puede reconocer a los mapuches ningún derecho a propiedades en el territorio nacional, quienes debe respetar las leyes so pena de ser procesados y condenados por los delitos que han cometido u otros, que se les aplicará el Código Penal con severidad para cesar las atrocidades que cometen, y asimismo, que se ponga freno a las atrocidades que dieron lugar a esta llamada de atención; y que les quepan el sayo, a quienes correspondieren.

Por lo expuesto, son inadmisibles las declaraciones del ministro Juan Cabandié, que dieron lugar a la denuncia del presidente de la Junta Vecinal y propietario en el lugar de la Cristalina, Diego Frutos, que presentó la denuncia penal a raíz de las sumadas denuncias de usurpación de la autodenominada comunidad mapuche Lafken Winkul Mapuche de tierras nacionales y privadas, y supuestos ataques, saqueos y destrozos de parte de sus miembros, sumándose una querella penal presentada por Diego Frutos.

¡Sugiero -repito- que el jefe de Estado y la vicepresidente Cristina Fernández de Krichner tomen debida nota que el horno no está para bollos. Más claro, échale agua!

(*) Lugar de La Pampa, próximo a Salinas Grandes; no confundirse con la isla en el Pacífico.

Con cordiales saludos.

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