Por Francisco Viotti.-

Los años pasan, los gobiernos también y los jubilados siempre seguimos esperando que alguien decida sobre nuestras vidas o mejor dicho, que decida sobre los que nos resta de vida; cosa que cada día se reduce notoriamente a consecuencia de nuestra edad, las enfermedades lógicas y las no tan lógicas, como así también el “inmoral desgaste” a que somos sometidos, al cercenar nuestros derechos adquiridos por medio de toda una vida de trabajo y aportes previsionales, en tiempo y forma.

Los Jubilados, nos damos cuenta que una vez alcanzado ese “estado de júbilo”, ya no le importamos a nadie más y si bien somos millones que “votamos”, a los gobernantes ya no les interesamos más. Todos, absolutamente todos los gobernantes, se “defecan” en nosotros. Los actuales, con la indiferencia y la falsa preocupación con los Adultos Mayores, o como nos tildan irónica y burlonamente “Nuestros Queridos Abuelos”; cosa que suena como una burla tremenda. Ni hablar de la denominada “Reparación Histérica”, que sólo se trata de reducir la deuda original del estado con los Jubilados verdaderos y Aportantes, en su mayoría por más de treinta años; favoreciendo sólo a los que nunca aportaron o lo están haciendo por medio de una moratoria y lo que es peor, algunos que tampoco han trabajado.

Tampoco debemos dejar de recordar, que la anterior mandataria y reina suprema del barrio El Gato de Tolosa, junto a su séquito de inútiles adulones, nos tildó de “Buitres y Caranchos” por el sólo hecho de reclamar por nuestros derechos sobre la deuda del Estado para con nosotros. De los gremialistas no podemos esperar absolutamente nada, puesto que en su mayoría son todos delincuentes a los que sólo les interesa acrecentar sus bienes personales por miles de millones de dólares, propiedades lujosas, aviones, yates y sobre todo automóviles de muy alta gama, producto del latrocino a sus afiliados; por lo tanto a ningún gremialista le “Interesa” ningún Jubilado, puesto que no aportamos más una cuota sindical; por tanto “que se jodan” y se las arreglen como puedan. Todos tienen la misma actitud, llámense Moyano cuando era el supremo de la CGT, o como se llamen los actuales.

Por tanto, los Jubilados debemos seguir esperando “resoluciones de la Justicia”, que como en este caso que le toca decidir nuestra suerte de “cadalso”, a manos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del estado de ánimo de sus integrantes, como así también del “arreglo” que puedan lograr con el Poder Ejecutivo actual, respecto al tema del Impuesto a las Ganancias que deben aportar todos los integrantes del Poder Judicial; por supuesto que incluidos todos los Sres. Jueces de la Nación. Por lo tanto, no podemos tener muchas expectativas respecto al futuro de nuestra misérrima vida de Jubilados, puesto que el lema será siempre el mismo: Estos viejos de mier… que se jodan ¿Qué huelga van a hacer? y si alguno muere en el intento, será uno menos al que tener que pagarle el Legítimo dinero que le pertenece, ya que si lo cobraran sus deudos, será a largo plazo y con alguna nueva “triquiñuela” para estirar la misma por años.

En una palabra; siempre vamos a estar en las manos de una Justicia que carece totalmente de sensibilidad para comprender el Drama que padecemos los Jubilados y que sólo trata de quedar bien con el Poder Ejecutivo de turno. Ambos poderes, esgrimirán nuevamente que entraríamos en Default por lo tanto el País no puede afrontar semejante “pretensión”. Por tal motivo, “Queridos Abuelos” confórmense con las migajas que podemos tirarles y sobrevivan como puedan. ¿A quién se le puede ocurrir haber trabajado y sobre todo “aportado” legalmente por cuarenta años?

De Ustedes Señores Camaristas de la Suprema Corte de Justicia, depende nuestro misérrimo futuro (¿Futuro?) Los Jubilados no tenemos futuro. Sólo tenemos Presente y ahora, después de los cientos de apelaciones falsas para “hacer tiempo” esgrimidas por la ANSeS; la potestad de vida o muerte para los Buitres y Caranchos; está en vuestras manos y en “vuestras conciencias”.

Que DIOS N.S. nos ayude y despierte esa conciencia que deberían tener los Magistrados Camaristas del Máximo Tribunal de Justicia.

PD:

La presente es otra nota más, que se suma a los kilómetros de escritura reclamando por Nuestros Derechos. Que no sea otra vez: AJO Y AGUA.

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