Por Oscar Edgardo García.-
Quizás con algún grado de ingenuidad, Javier Milei reconoció que mantiene conversaciones con quien fue su noble y fiel compañero: su perro Conan.
Quizás sin algún grado de ingenuidad, Sergio Massa manifestó que tomó mate con el cura villero Bachi en una fecha posterior a su fallecimiento ocurrido en el año 2020.
De manera fortuita estamos frente a dos manifestaciones discursivas que tienen un punto en común que es la muerte pero que están claramente diferenciadas porque en el caso de Milei está vinculada con el amor y en el de Massa con un rasgo permanente que lo identifica en todo su accionar que es la mentira.
Los sentimientos de Milei pueden resultar sorprendentes pero al mismo tiempo comprensibles mientras que las recurrentes mentiras de «Pinocho» Massa son totalmente inaceptables y esa es la conducta que predominará permanentemente en toda su vida.
15/11/2023 a las 10:01 AM
Hay que ahondar en la psiquis del votante de Massa, su sumision al verso y al relato, y la aceptacion de las mentiras como causa normal de la vida de la sociedad.
Contra esta vision del peronismo, en general y de los K en particular, no podemos ni empezar a hablar….nos separa un abismo de comprension del problema.
16/11/2023 a las 11:58 AM
Massa es un vivo, votado por boludos que no se dan cuenta que viven picoteando como gallinas las sobras de la comida que su ídolo deja caer al suelo, no sin antes eructarles en la jeta a modo de agradecimiento.
16/11/2023 a las 6:32 PM
Una sola cosa es cierta. Cada uno establecen un punto de la historia que es absolutamente inimaginable en su resultado final.
Calificarlos, a la luz del final de esta campaña, es tarea propia de psicólogos.
17/11/2023 a las 12:19 AM
Si, siempre que ocurre igual, sucede lo mismo.
17/11/2023 a las 12:20 AM
Eso me comentaba un compa;dero del tren Sarmiento cuando volviamos para casa.