Por Otto Schmucler.-

Estados Unidos solicitó a la jueza Preska que no avance en la entrega de acciones de YPF a beneficiarios del fallo.

A 14 años de la estatización de YPF, guardo en mi mente esa postal bochornosa de aquella sesión del Congreso abrazándose unos con otros, festejando una victoria más de esas mayorías, las mismas que un año después volverían a festejar, abrazándose tras la aprobación del Memorandum de Entendimiento con Irán, que nos transportaron vertiginosamente, como una pesadilla cruel hasta donde estamos hoy. Pero la justicia aún no se ha expedido.

Dejando aflorar recuerdos no tan recientes, aparece otro, aún no resuelto por la justicia; hace 9 años un fiscal federal que se disponía a realizar una gravísima acusación contra la máxima autoridad de la República fue encontrado muerto, con un disparo en la sien, en el baño de su departamento (en medio de un charco de sangre y gente que la pisoteaba destruyendo valiosos elementos de prueba para la investigación) donde estaba terminando de dar forma a la denuncia el día anterior a su presentación en el Congreso Nacional.

Un año después de esto -ya han pasado 8-, el secretario de planificación de la república era detenido en un convento cuando arrojaba bolsos por encima de la tapia con casi 10 millones de dólares. En su declaración confesó que esos bolsos se los había entregado uno de los secretarios de la presidencia para que los trasladara hasta el monasterio de Gral. Rodríguez (la causa todavía no llegó a juicio oral).

Un poco más acá en el tiempo, en 2016, el pueblo eligió un Presidente de distinto signo político y éste consiguió que el FMI le otorgara el mayor préstamo que jamás se le haya concedido a un país, financieramente fueron 44.000M de dólares en 2018 de los que, según la defensa del último ministro de ese gobierno, el 80% se utilizó para pagar deuda de gobiernos anteriores a tasa más baja (Chequeado.com). Lo cierto es que al final del mandato, Dujovne mediante, entregó el Banco Central con sólo 1.800M de u$s de reservas. Ante esto, el peor presidente de la historia, tras ser electo en 2019, anunció una querella contra el gobierno precedente pero… adivinen qué pasó… NADA.

Tampoco hubo avances en la justicia, que no sale de su letargo ante la catarata de recusaciones y pedidos de nulidades que los costosísimos estudios legales que representan a los malandras de toda laya (que vaciaron y destruyeron el país y sus instituciones) remiten a los tribunales logrando que esos juicios queden suspendidos y los imputados nos escupan en la cara «su inocencia, hasta que no se demuestre lo contrario».

Y colorín colorado…

Un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro (dijo Alfonsín un 15 de diciembre de 1983 durante la creación de la CONADEP), y tenía razón.

Todo está guardado en la memoria,
arma de la vida y de la historia
La memoria apunta hasta matar
a los pueblos que la callan,
Y no la dejan volar… libre como el viento.

Así termina una de las geniales letras del inmenso Gieco, y también mi Carta.

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