Por Raúl Mario Ermoli Galluppi.-

¿Acaso alguna vez hemos escuchado a nuestras «autoridades» nacionales y provinciales decir que están decididas a enfrentar a la delincuencia con todo el rigor que haga falta? ¿Los escucharon decir que la prioridad número uno es la seguridad de los ciudadanos y de sus familias? Porque ¿de qué vale enderezar o mejorar la economía si no están aseguradas nuestras vidas y nuestros bienes? ¿Gobernar es sólo administrar la economía, y muy mal, para colmo? El hecho real es que la delincuencia es cada vez más audaz, a toda hora y en todo lugar… pues no sólo asaltan o arrebatan en la vía pública o en los domicilios, los «moto chorros» y demás «lacras»… Además, no nos olvidemos del narcotráfico, que está detrás de todo esto y es la otra cara del delito, por la cual no vemos que tampoco los gobiernos tengan una real vocación por enfrentarlo, y reprimirlo con todo el rigor que haga falta.

Si estoy equivocado, díganme por qué. Otra cosa, y una pregunta: ¿cuántas personas sólo en los últimos 10 años han sido víctimas del delito en toda la república? ¿Cuántos han perdido la vida en manos de estas lacras sociales?

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