Por Alfredo Nobre Leite.-

Señor director:

Llama poderosamente la atención, como prueba de su ignorancia o soberbia, que en presencia del jefe de Gobierno español, Pedro Sánchez, haya pretendido emular al escritor Octavio Paz, diciendo que: «Yo también soy europeísta, expresando que: «Los mexicanos salieron de los indios; los brasileños de la selva, y nosotros, los argentinos, de los barcos. De los barcos de Europa». Si hubiera de algún modo apenas conocido la historia, sabría que los brasileños «salieron de Portugal», que en 1434 inició los descubrimientos marítimos modernos, por el navegante Gil Eanes, en todo el Atlántico, descubrió y pasó el Cabo de Adamástor, que bautizó como «Cabo de Buena Esperanza», hasta llegar a la India el 15 de abril de 1498 a Calcuta en la India.

Y en 1500, una flota comandada por Pedro Álvares Cabral, que, siguiendo por el lado occidental del Atlántico, descubrió Vera Cruz, más tarde llamada Brasil; que fue poblado por azorianos, africanos, amén que su población natural.

El propósito de la epopeya portuguesa, no fue un fin meramente materialista en pos de riquezas, sino de llevar la Buena Nueva de Nuestro Señor Jesucristo a todos los confines de la Tierra, cumpliendo con Su Mandato a sus Apóstoles. Les dijo: «Id por el mundo entero, predicando el Evangelio a toda la creación» (San Marcos, XVI, 15).

Y, esa fue la misión portuguesa, en Brasil, África, la India y el lejano Oriente; y no el vil metal.

Con cordiales saludos.

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