Por Alfredo Nobre Leite.-

Señor director:

Llaman la atención las declaraciones del Papa Francisco en el marco de una entrevista de «The Associated Press», con respecto al fallecimiento del Papa Benedicto XVI, que ante una consulta al respecto, expresó que «Benedicto fue un señor (¿no un santo?), nunca perdió su señorío y a la vez se puso en un nivel… Al costado. Los primeros tiempos venía a las ceremonias, los cónclaves, alguna celebración. Estaba. Vino a comer a Santa Marta en el comedor… Después se fue enfermando, enfermando y ya dejó de venir. Dejó de salir. Solamente salía a hacer su paseo todas las tardes»…

Lo que llama la atención es su conocimiento extraordinario de la economía argentina, al expresar -recordemos que se declaró ser «peronista», lo que llama poderosamente la atención que un Papa manifieste su tendencia política -actitud extraordinaria en quién es «representante» de Nuestro Señor Jesucristo (NSJC) en este valle de lágrimas-, como también manifestó conocimientos económicos, como nunca había sucedido históricamente, dijo: «Argentina, en este momento no hago política. Leo los datos. Tienen un nivel de inflación impresionante. En el año 55 (siglo XX), cuando terminé mi escuela secundaria, el nivel de pobreza de Argentina era el 5%. Hoy está en el 52%, creo. ¿Qué pasó? ¿Qué pasó? Mala administración, malas políticas. No sé si usted sabe esa historia teológica de los países se fueron a quejar a Dios Y le dijeron: «Padre, tú fuiste injusto con nosotros, porque a cada uno de nuestros países le diste una riqueza: ganadería, agricultura, a cada uno de nuestros países le diste una riqueza: ganadería, agricultura, minería. Y a los argentinos les diste todo, toco. Tiene toda la riqueza». Y dicen que Dios pensó un poco. «Pero para equilibrar, le di a los argentos» (una ironía ácida, un verdadero castigo, expresa indirectamente). (Y como no podía ser de otra manera, la vocera presidencial Gabriela Cerruti atribuyó los cuestionamientos del Papa Francisco a la inflación a los cuatro años de gestión del presidente Mauricio Macri, aunque no lo crea).

Habló de todo, hasta del homosexualismo…; y en su manifestación coloquial, dijo: «Nosotros al Espíritu Santo -la tercera persona de la Santísima Trinidad- no le dimos mucha bolilla en nuestra teología occidental, los orientales sí»…

Lamento que en su extensa declaración no haya aprovechado para ilustrarnos sobre la misión de NSJC le encomendó, esperando que en la segunda parte de su extensa declaración, nos ilustre al respecto.

Con cordiales saludos.

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