Por Jorge Augusto Cardoso.-

Ha despertado polémica la presencia de legisladores en el penal de Ezeiza visitando detenidos por causas de lesa humanidad. Esa visita ha puesto en evidencia una clara violación de la ley como un principio de igualdad. Mientras para unos, al cumplir 70 años, se les puede otorgar detención domiciliaria, para otros, este tipo de condena les está vedado; más aberrante es aún, cuando muchos guerrilleros que cometieron, en el período subversivo, similares delitos de los que hoy se acusa a los actuales detenidos, gozan de libertad y privilegios; muchos de ellos ocupan u ocuparon cargos públicos. Para mantener el principio de igualdad ante la ley, es necesario que se disponga la continuación de la condena de los reclusos referidos en sus domicilios; esa medida, además, contribuiría a descomprimir las cárceles, actualmente, saturadas por demás.

Share