Por Roque Villazán.-

No es de extrañar que, en un país plagado de injusticias, un gobierno que hizo casi todo mal, desde su asunción, a la hora de tomar la determinación de eliminar los animales que ilustran los actuales billetes del peso argentino hubiera decidido reemplazarlos por figuras importantes de la historia olvidando a un prócer de la talla del Dr. René Favaloro.

Ya lo hicieron antes el ex Presidente de la Rúa y el ex interventor del PAMI Rodriguez Larreta quienes no supieron atender las súplicas que en nombre de la Fundación realizara René para que honraran la abultada deuda acumulada que el PAMI mantenía para con la Fundación por un elevado monto, que hubieran dado el alivio financiero que necesitaba para seguir siendo operativa.

Ahora bien, al margen del injusto olvido para con el célebre cardiólogo, me pregunto, cómo es posible que el gobierno no haya tomado en consideración que los billetes de 1000 pesos hoy no resisten una compra de fruta y verduras, o un kilo de milanesas de peceto. ¿Tan poco criterio campea en las huestes de economía?

Los 6 meses que demandará su puesta en circulación sumados a la alta inflación (constante) los volverá exiguos ante el valor de cualquier producto que seguirá su camino ascendente, lo que obligará a oblar más de uno poder adquirirlo.

¿A nadie se le ocurre que hay que emitir billetes de mayor denominación o quitarle ceros a la moneda?

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