Por Juan Manuel Irala.-

“¿Dónde está la mía?”, dicen que le preguntó a Lázaro cuando se enteró de que estaba transfiriendo a bancos suizos grandes cantidades de dinero, post muerte de Néstor.

Se podrá pensar, con lógico razonamiento, que los dichos… dichos son, y no otra cosa).

Pero si no fue exactamente así, no muy diferente es lo que ocurrió durante el gobierno más corrupto de la historia. Todo ha sido demasiado turbio, demasiado oscuro como para no pensar que haya habido más de un diálogo como el citado.

Es muy probable que ella se haya encontrado envuelta en un callejón sin salida en más de un momento (es muy difícil desentrañar secretos de alcoba) pero que desconocía lo que estaba pasando, NO, estimado Pullaro, definitivamente “no” (las directivas dadas por Lopecito para el cierre “sí o sí” antes del 16-01-2016 de Austral Construcciones que los chats desclasificados del celular de Lopecito mostraron en el juicio “Vialidad” dejan muy poco lugar para las dudas).

No hay, ni creo que haya posibilidad de esclarecer en su totalidad la cantidad ilícitos cometidos durante el reinado de los Kirchner en la Argentina, lamentablemente.

Pretender exculpar a Cristina, hoy, del horror que vive la República es, imposible.

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