Por Jorge Augusto Cardoso.-

Sr. Director:

Las FFAA constituyen el último recurso para la supervivencia del Estado, por ello sus integrantes deberían poseer una remuneración acorde con tan importante y trascendente misión; sin embargo, la política salarial que se ha estado llevando a cabo para con ellas, ha contribuido a degradar su función y a provocar la pérdida del orgullo de pertenecer y el espíritu de defensa de sus integrantes que mudan de carrera para poder sostener su familia en el nivel medio de la sociedad. Urge tomar medidas para que se reafirme la especificidad de la función militar y una escala salarial que las equipare con otros funcionarios civiles cuyas remuneraciones aumentaron mucho más que la del militar en quién la sujeción profesional es mayor, sus leyes particulares los constriñen. Un reciente estudio demuestra que los empleados del PAMI, cobran cinco veces más que los del Ejército. Además, encuentro oportuno señalar que solo tres empleos del Estado requieren aprobación del Senado, los Oficiales Superiores, los Embajadores y los Jueces, y, sin embargo, las diferencias salariales de los últimos con los primeros, son abismales.

Share