Por Alfredo Nobre Leite.-

Señor director:

Llama poderosamente la atención que el Papa -¿peronista?- Francisco, en el marco de la atroz guerra desatada por Rusia contra Ucrania, haya declarado que «Todos somos culpables» de ese atentado contra civiles, expresando: «La lógica de la guerra se ha vuelto a imponer, porque ya no estamos acostumbrados a pensar en la lógica de la paz», y que «somos tercos, estamos enamorados de las guerras del espíritu de Caín» (asesino de su hermano Abel). Realmente preocupa que el representante de Nuestro Señor Jesucristo pronuncie semejante afirmación que da de bruces con la realidad; y que, indirectamente, convalide al sátrapa Vladimir Putin y sus cómplices, y que a «contrario sensu» exprese que «generalizar y hacer responsables a todos diluye la responsabilidad del presidente ruso Vladimir Putin» (sic).

Considero que debería ocuparse de su misión, establecida por su Mandante, de guiar a la grey hacia la salvación de las almas, en vez de hacer declaraciones políticas, desatendiéndose de la tragedia que sufre el pueblo ucraniano gratuitamente librado a su suerte.

Con cordiales saludos.

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