Por Alfredo Nobre Leite.-

Señor Director:

Es inconcebible e inaceptable que, en pleno siglo XXI, la Casa de la Moneda cometa la torpeza como sucedió con la impresión del billete de banco de mil pesos, que muestra un mapa del cono sur de América con el territorio nacional coloreado o amarronado hasta el Río Colorado, pero en su izquierda aparece Chile, con un tono más claro que cubre también nuestra Patagonia. Parece mentira que ese organismo público encargado de tamaña responsabilidad no haga los controles imprescindibles desde su director, el presidente del Banco Central (BCRA) y el análogo provisional del Senado, firmantes ambos del billete, lo cual no puede repetirse como sucedió con el billete de 200 pesos en que la ballena aparece nadando con la boca hacia arriba y haciendo la plancha.

Sabido es que Chile históricamente siempre pretendió la posesión de nuestra Patagonia, tuvimos innumerables conflictos fronterizos, en las altas cumbres que dividen las aguas, que no aceptan, la Laguna del Desierto y las islas del Beagle. Amén, de las invasiones de los araucanos/mapuches chilenos, que habiendo llegado a la Argentina en el año 1830, con sus malones llegaban hasta Bahía Blanca, y arrastraban hasta 200 mil cabezas de bovinos a Chile, tomaban cautivas a las mujeres y niñas que «indianizaban» y mataban a todo hombre mayor de 14 años. Y ese ganado era vendido en Chile por armas de fuego para subyugar a los verdaderos pueblos originarios argentinos que eran pacíficos. El araucano/mapuche nunca lo fue, por lo cual el presidente Nicolás Avellaneda con determinación ordenó la Campaña al Desierto (1878-1879) llevada acabo por su ministro de Guerra, general Julio Argentino Roca, que puso fin a la «cuestión araucano/mapuche». No se puede admitir que vuelvan a las andadas -han mostrado mapas donde las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut aparecen como su territorio, lo que implicaría partir a la Argentina por el medio y haber perdido la Patagonia, lo que impidieron Avellaneda y Roca, y no podemos permitir que la historia se repita.

Han surgido incidentes en Chubut, con la muerte del artesano Maldonado que murió ahogado en el Río Chubut, cuyo caso fue pésimamente encarado por el Gobierno nacional, y últimamente en el Parque Nacional de Bariloche, Río Negro, donde un grupo mapuche usurpó parte del mismo como «territorio santo» (sic), que no existe en nuestra Nación.. Lamentablemente, el juez federal a cargo de la causa, que había ordenado su allanamiento, por la muerte de uno de los mapuches en un enfrentamiento armado con Gendarmería Nacional, no tuvo las agallas de hacer las investigaciones «in situ» de inmediato, permitiendo que esa tribu borrara toda prueba; y estaría la izquierda vernácula responsabilizando a esa fuerza de seguridad de esa muerte, que cumplió con su deber de cesar el delito de inmediato.

Es de esperar que el presidente Mauricio Macri tenga la determinación de un presidente ejemplar como fue Avellaneda y tome las medidas pertinentes para resguardar el territorio nacional de todo conato insurgente y haga respetar la ley.

La desidia del director de la Casa de la Moneda y de los presidentes del BCRA y del Senado podría inscribirse en los alcances del artículo 29 de la Constitución Nacional, en cuanto a la traición a la patria.

Con cordiales saludos.

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