Por Alfredo Nobre Leite.-

Señor Director:

¿Cómo puede ser que el ex jefe del Ejército y ex embajador del kirchnerismo en Colombia, Martín Balza, acuse a las Fuerzas Armadas de no haber arrepentido y pedido perdón, por sedicentes crímenes únicamente anidados en su afiebrada mente? Recordemos que el 3 de diciembre de 1990 apuntó un cañón del calibre de 101 milímetros contra el Regimiento de Patricios, en Palermo, ante un movimiento militar, comandado por el prestigioso héroe de las Malvinas, coronel Mohamed Alí Seineldín, a fin de que el presidente Carlos Menem cumpliera con sus promesas, traicionadas, de resolver la cuestión militar, que devenía del gobierno de Raúl R. Alfonsín, que las desmoralizó enjuiciando a las tres primeras Juntas Militares, Menem les quitó presupuesto y Néstor Kirchner cerró el círculo vicioso, destruyéndolas, y dejando a la Nación indefensa ante cualquier contingencia en nuestras fronteras. Quién se arrepintió sin que nadie lo pidiera, traicionando a sus pares, aunque nunca lo fue, pareciera que en la década del ´70 estaba en la Cochinchina, es el menos autorizado para objetar el fallo de la Corte Suprema que reconoció a un preso político la ley penal más benigna, fallo inobjetable par constitucionalistas y la Academia de Derecho y Ciencias Sociales. Si tuviera la vergüenza y el honor, no estaría haciendo declaraciones impropias del honor que deben lucir los mandos castrenses.

Lamentablemente, estamos ante un individuo que, por desvergonzado, tiene la cara de piedra, y por carecer de ética, fue expulsado del Círculo Militar, que lo consideró indigno de pertenecer a esa entidad, y para mostrar su hilacha, ahora pretende menoscabar a los altos manos de las Fuerzas Armadas. Es inconcebible que quién alcanzó la más elevado mando en el Ejército, tenga semejante proceder, lindante con la traición, dado que no puede negar que la Argentina fue atacada por la Unión Soviética, en la década del ’70, a través de sus peón de brega Fidel Castro, ocasionando esa guerra revolucionaria 21.655 atentados terroristas, entre 1969 y 1979, y la pérdida de vidas de 1.160 personas asesinadas a traición por las organizaciones terroristas ERP, Montoneros, FAR…

La ciudadanía tiene fresca e la memoria ese trágico pasado, y no necesita las manifestaciones de un individuo que fue calificado por sus pares de traidor.

Con cordiales saludos.

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