Por Ovidio Winter.-

No hacemos otra cosa que vivir quejándonos por la falta de ejemplaridad que se observa en los más altos niveles de la política en nuestro país, pero todo sigue igual.

Gracias al tan vilipendiado periodismo, los argentinos, en plena cuarentena por la pandemia nos enteramos de que en la Quinta Presidencial se habían organizado fiestas, con muchas personas y muy lejos de los protocolos que estaban vigentes “para todos” aunque “ellos” no formaban parte de “todos”.

Pero lo grave fue que el propio Presidente desmintió que aquello hubiera sucedido hasta que apareció una foto que lo dejó en ridículo y muy mal parado. De este hecho no se ha vuelto a hablar hasta la fecha (debe ser porque el PJ está de feria, ¿no?)

También fue el periodismo el que sacó a la luz que al hijo del Presidente de la SCJN le habían retenido el registro y debieron escoltarlo en su vehículo hasta su domicilio (caramba, no había grúas en ese momento) tras dar 2,24 grs por litro de sangre en un control de alcoholemia. Debemos aclarar que a Emilio Rosatti no es la primera vez que lo sorprenden ebrio conduciendo en la vía pública, tiene otra acta labrada hace un año por el mismo motivo, aunque con 1,44 grs (0.50 es el máximo permitido). Cabe preguntarse si esto es grave porque reincidió o por las veces que habrá violado la ley sin haber sido sorprendido por un control este funcionario del Poder Judicial, que recientemente concursó para ser Juez Federal.

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