Por Luis Américo Illuminati.-

El gobierno anunció que enviará un proyecto de reforma política al Congreso para eliminar las PASO y modificar el sistema de financiamiento de los partidos políticos. El vocero presidencial fue el encargado del anuncio. «Se va a modificar la Ley Orgánica de Partidos Políticos con el objetivo de mejorar su representatividad y evitar los famosos sellos de goma partidos políticos cuyo único objetivo es el recaudatorio», dijo el vocero Manuel Adorni, agregando que las primarias «han funcionado como una encuesta millonaria al servicio sólo de la política y en detrimento de la economía y el tiempo de los argentinos».

Nuestra opinión

Los argumentos de la nueva propuesta del gobierno son inatacables. Y nos parecen que no son arbitrarias ni tampoco capciosas, antes bien son razones fundamentadas, entre ellas la comprobación y testeo de que 2023 las PASO tuvieron un costo de 45.445 millones de pesos, lo que, a todas luces es un gasto altamente gravoso para las finanzas públicas, algo exorbitante y que, para los tiempos que corren -con un 52% de la población sumida en la pobreza y en la indigencia. Un despilfarro inadmisible. El argumento -compromiso- de que dicha suma será destinada a financiar las universidades resulta ecuánime. Otra razón que refuerza la anterior ya que, si el proyecto prospera, los partidos nacionales van a tener que tener presencia por lo menos en diez provincias, en lugar de las cinco como se requiere actualmente. Entre 23 que es el número de provincias argentinas -CABA es ciudad autónoma no provincia- 10 es una cifra más equitativa que 5. Si bien el fundamento del actual sistema es dar oportunidad a ignotos y partidos incipientes -un subterfugio- la experiencia demostró el rotundo fracaso de este inútil cachivache electoral. Una locomotora a vapor. Un procedimiento netamente ocioso y reiterativo. Un desgaste jurisdiccional, una miserable pérdida de tiempo. Además, cabe destacar de que el actual sistema se presta a que el Estado se vea perjudicado al facilitar fondos que generalmente terminan en los bolsillos de candidatos inescrupulosos, como ya se ha visto. Entonces, eliminadas las mal llamadas elecciones primarias, nunca más el ciudadano común se verá obligado a concurrir dos veces a votar. Es uno de los tantos abusos a que fue sometido el ciudadano por el Estado corrupto y pródigo montado por el anterior régimen populista y demagógico K- que enojaba y agotaba la paciencia de la gente.

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