Por Guillermo Cherashny.-

Silencio sepulcral se produjo en los matutinos «Clarín» y «La Nación» ante la declaración testimonial del periodista Hugo Alconada Mon ante el juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, donde señala que en la campaña electoral del 2015 el entonces jefe de gobierno Mauricio Macri les pedía o exigía a los empresarios el 1% de su patrimonio porque en su gobierno verían multiplicado su valor varias veces más, aunque los hechos posteriores demostraron lo contrario con la crisis cambiaria de este año. Pero las empresas petroleras, de gas y de electricidad gracias a los tarifazos obtuvieron enormes ganancias que sobradamente justifican los pedidos del entonces candidato a la presidencia. Pero no se quedó ahí Alconada Mon ratificando todo lo escrito en su libro «La raíz de todos los males», sino que señaló a Nicolás Caputo, «el hermano de la vida» del presidente, al Ministro de Transporte Guillermo Dietrich y al ex Ministro de Espacio Público Edgardo Cenzón, como los recaudadores de dinero negro en dólares en el 2015 y 2017 y que ese dinero se cambiaba por pesos en «cuevas amigas» y se metían en «bolsos» para repartir ese dinero para la fiscalización en la provincia de Buenos Aires en 2015 y 2017.

En muchos casos señaló que los aportantes en negro eran proveedores de servicios del gobierno de CABA y en el 2017 del gobierno nacional. También ratificó que el presidente le pidió a CILFA, es decir, los laboratorios nacionales, la suma de 10 millones de dólares a lo que los directivos de CILFA se negaron pero arreglaron por un monto menor.

La causa de los aportes truchos de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires está en el juzgado del Dr. Kreplak pero el juez electoral Ziulu lo reclama, porque coincide con los apoderados de Cambiemos en que son delitos electorales y no lavado de dinero, como sostiene Kreplak, y ahora la Cámara Federal de La Plata debe decidir dónde se instruye esta causa, que es un verdadero escándalo del mismo tenor que los cuadernos de Centeno, pero los medios de comunicación más importantes hacen un silencio total y siguen martillando con los negociados K y con los supuestos delitos de la familia Moyano.

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