Por Guillermo Cherashny.-

En un edificio antiguo pero ahora remodelado, en la esquina de la Avenida Alvear con intersección en la calle Montevideo, hay en la planta baja una comercio lujoso que exhibe fundamentalmente joyas y también perfumes, cuyos dueños actuales compraron todos los pisos menos uno; cerraron el garage de dos pisos con la excusa de que ahí guardarían las joyas, pero el negocio nunca se abrió en todos estos años.

El otro día, un comprador quiso adquirir un piso y se sorprendió de que el dueño le dijera que no tenía cochera. El propietario le dijo que la joyería Simonetta Orsini instaló una bóveda en el garage, donde se guardaban millones de dólares y euros. Se enteró de que hace pocos años se alquilaron varios departamentos -dos por piso- a una persona, pero luego fueron adquiridos por otra persona, salvo medio piso que está en venta en la inmobiliaria Toribio Achával con poca posibilidad de venta, por la falta de cochera.

Como la supuesta joyería nunca fue abierta y los 7 pisos no se habitaron, se cierne la sospecha de que ese edificio podría ser una nueva bóveda de los empresarios kirchneristas, donde guardan una inmensa fortuna proveniente de los «retornos» de la obra pública o de los negociados de la energía.

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