Por Antonio Rossi.-

La causa por los supuestos sobreprecios de casi 7.000 millones de dólares en la importación de gas por barco entre 2008 y 2015 que lleva adelante el juez federal, Claudio Bonadío -en la cual fueron procesadas 23 personas y detenidos los funcionarios K, Julio De Vido y Roberto Baratta- sigue aportando sorpresas y datos llamativos.

A la polémica pericia del ingeniero David Cohen -quien ya fue denunciado penalmente por falso testimonio agravado- y la falta de mención de los proveedores internacionales del GNL que embolsaron los multimillonarios “sobreprecios”, se ha sumado ahora la significativa omisión entre los imputados del ex titular de Repsol YPF, Antonio Brufau.

Brufau -ex titular de Repsol YPF y vicepresidente Gas Natural Fenosa- sólo aparece en la investigación de Bonadío y del fiscal Carlos Stornelli como un simple testigo virtual que fue incorporado a último momento con unas declaraciones parciales tomadas de una entrevista de hace más de cinco años que fue extraída de internet.

Ante un pedido del fiscal para convocarlo a declarar en el juzgado, Bonadío decidió que no sea llamarlo, pero que “se tengan presente para su oportunidad” parte de las declaraciones que Brufau realizó en abril de 2012 y que Stornelli bajó de Youtube.

Más allá de esa “curiosa situación”, los que conocen los pormenores de las compras externas de GNL y siguen de cerca la evolución de la causa consideran que existen, al menos, cuatro razones por las cuales Brufau tendría que formar parte de la lista de los “autores y partícipes necesarios” de las maniobras de defraudación y pago de sobreprecios en las importaciones de gas por barco.

La primera razón es que la empresa Repsol-YPF comandada por Brufau fue la que diseñó y armó el esquema de importación de GNL para afrontar la crisis energética un año antes de que llegara al país la primera terminal regasificadora de Bahía Blanca y se iniciaran las compras de gas por barco.

En su declaración indagatoria, el titular de la agencia Marítima Meridian, Jorge Samarín reconoció Repsol-YPF lo había contratado a principios de 2007 para hacer los análisis de factibilidad técnica y ambiental de los futuros barcos regasificadores de Bahía Blanca y Escobar.

Es decir que más de un año antes de que comenzaran en junio de 2008 las importaciones de GNL que Bonadío toma como inicio “del sistema de corrupción y defraudación al Estado”, la petrolera piloteaba por Brufau ya había tenido una activa participación en el montaje de la “ingeniería y las bases logísticas” del negocio.

El segundo motivo por el cual Brufau debería ser investigado surge del informe 315/2010 que realizaron los técnicos y especialistas de la Auditoría General de la Nación (AGN).

En ese documento, la AGN -en la observación 4.15- advirtió la existencia de marcados sobreprecios en los cargamentos de GNL que entregó Repsol en 2008 cuando fue el proveedor monopólico de gas por barco.

El tercer dato que liga a Brufau con el negocio del GNL tiene que ver con lo sucedido en 2012 tras la expropiación de las acciones de YPF que estaban en poder de Repsol.

En represalia por la decisión de la administración kirchnerista de correr a Repsol de YPF, Brufau dejó de suministrar 10 cargamentos de GNL que habían sido contratados a la petrolera española. Esa decisión obligó a Enarsa a tener que salir a comprar contrarreloj las cargas programadas y pagar un precio promedio de 15 dólares por millón de BTU, casi 4 dólares más que el valor al cual se había comprometido a entregar Repsol.

En tanto, la cuarta y última cuestión que vincula a Brufau con la causa es el hecho de que entre 2013 y 2014 la principal proveedora de GNL fue la empresa Gas Natural Fenosa, donde estaba a cargo de la vicepresidencia e integraba el Consejo de Administración.

En esos dos años, Gas Natural Fenosa suministró casi el 50% de las cargas que arribaron al país y según la pericia del ingeniero Cohen que juez Bonadío dio por válida, en ese período se registraron los mayores sobreprecios en las importaciones de GNL.

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