Por Guillermo Cherashny.-

La historia cuenta que desde una consultora integrada por Daniel Chaín, actual secretario de obras públicas de la Nación, y Juan Pablo Schiavi, surgió la idea del soterramiento del tren Sarmiento. Cabe aclarar que Juan Pablo Schiavi, ex secretario de transporte, después de la salida de Ricardo Jaime, actualmente condenado a once años de prisión por la tragedia de once. Falta que confirme casación. En el 2003, Juan Pablo Schiavi fue el jefe de campaña de Mauricio Macri a jefe de gobierno, en una elección que perdió en segunda vuelta contra Aníbal Ibarra, y siguió trabajando en esa consultora. Y en el 2006, esa idea de hacer un túnel subterráneo en el tren Sarmiento junto con Chaín se la llevaron a Ricardo Jaime, a quien le encantó la idea y habló con Nestor Kirchner, que ese año anunció la obra, que se licito en el 2007/8 y se presentaron dos consorcios: el primero integrado IECSA, Odebrecht, Ghella y Comsa, y otro por la española Isolux y Esuco de Enrique Wagner, y ganó la primera y Chaín ya era ministro de obras públicas de CABA y Juan Pablo Schiavi, que era peronista, fue tentado y se sumó al kirchnerismo. El financiamiento lo aportaba la italiana Ghella, que sería al 0% anual, pero la crisis de Lehman Brothers del 2008 llevó la tasa al 16% anual y se paralizó la obra que tenía como socio mayoritario a IECSA la compañía de Angelo Calcaterra, primo del jefe de gobierno de CABA. En 2010 Ricardo Jaime fue expulsado del gobierno por una denuncia penal de Carlos Colunga, presidente de Macair Jet, empresa de Franco Macri, asociada en esa época con líneas aéreas del Chaco, cuando gobernaba Jorge Capitanich, y el motivo de la denuncia fue que Jaime no le autorizaba rutas en el país para que esa empresa compitiera con Aerolíneas Argentinas y Austral. Entonces lo reemplazó Juan Pablo Schiavi, quien le dio un nuevo impulso al soterramiento del Sarmiento. Pero el financiamiento exterior no apareció y en febrero del 2013 se produjo la tragedia de Once y voló Schiavi. Y luego de un pequeño interregno, se creó el ministerio de transporte, designándose a Florencio Randazzo, quien trajo la tunelera para excavar de Alemania, que era la encargada de hacer el túnel de Caballito a Morón y de ahí a Moreno, pero faltaba el dinero hasta que en septiembre del 2013 los brasileños de Odebrecht aportan 1500 millones de dólares del BNDES, el Banco de Desarrollo del Brasil, y el estado se hace cargo de otros 700 millones de dólares, pasando la mayoría a Odebrecht y el anuncio preveía un adelanto en pesos que correspondían a cerca de 60 millones de dólares. Da la casualidad de que un día después de la adjudicación, según Hugo Alconada Mon, el entonces empresario Gustavo Arribas, residente en Brasil, recibe seis transferencias por un total de 594.000 dólares, es decir el 1% del adelanto del soterramiento del Sarmiento, aunque esta fecha puede ser una casualidad, porque Arribas podía recibir esa suma de una transferencia de un jugador de fútbol o de una venta de un inmueble suyo en San Pablo como informó en un comunicado. En 2014, explotado ya el petrolao y el lava jato, nuevamente se posterga el financiamiento de la obra, pero el 10 de junio de 2016, el presidente Macri, mediante un DNU, en vez de llamar a una licitación por falta de financiamiento la readjudica por 3000 millones dólares al mismo consorcio pero esta vez nuevamente, como al principio, pasa a ser socio mayoritario IECSA de Angelo Calcaterra y en minoría Odebrecht y la española Comsa. Odebrecht, en Brasil, según descubrió el juez Sergio Moro, financió a todos los partidos políticos de Brasil y en el exterior, entre ellos, en nuestro país confesó haber pagado 35 millones de dólares. Pero en el soterramiento del Sarmiento, según nuestras fuentes, los pagó del adelanto de 60 millones de dólares que le asignaron Cristina, De Vido y Randazzo, pero sobran 25 millones de dólares. ¿Dónde estarán esos 25 millones de dólares?

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