Por Guillermo Cherashny.-

La mayoría de los analistas no entiende por qué el juez Casanello no detuvo al hijo de Báez ni al de Pérez Gadín, porque todos pensaban que Lázaro Báez se convertiría en arrepentido e implicaría a la ex presidente a cambio de la libertad de su hijo. Pero presentó un escrito y se negó a declarar y, si bien el fiscal Marijuán imputó a CFK en el expediente que Casanello le mandó su par, el juez Ercolini, ni la nombra a Cristina, lo que causó mucha extrañeza por lo que había declarado Leonardo Fariña.

Un rumor que circula en Comodoro Py es que Báez, en la indagatoria con Casanello, habría dicho: «si quiere, declaro que fui socio del ex y la ex presidente y del actual presidente Macri». Ante lo cual, el joven juez federal comenzó a temblar y le dijo: «deje el escrito, nomás».

En efecto, Lázaro Báez recibió contratos millonarios de los Kirchner pero Austral, su empresa de bandera, tiene una sociedad de acciones cruzadas con IECSA, la empresa constructora de los Macri, hoy dirigida por el primo presidencial Angelo Calcaterra, con quien compartió los fideicomisos del Banco Nación.

Carlos Pagni, el columnista más leído del diario La Nación, señaló que, en privado, el presidente Macri habló con algunos ministros y dijo: «mi primo Angelo fue socio de Báez y perdió dinero; y quiere vender su empresa, como Nicky Caputo». Es decir, quiere vender IECSA, la empresa familiar de los Macri. Y en cuanto a Nicolás Caputo, sólo quiere vender CES S.A, empresa que ganó muchas licitaciones en Capital con Macri intendente, pero quiere mantener su empresa familiar Caputo Construcciones, que realizó muchas obras sobrefacturadas. Por lo cual, la amenaza de CES S.A puede ser un dolor de cabeza para los gobiernos anteriores y el actual.

Otra muestra de este desmanejo en la licitación de obras públicas fue la aprobación del consorcio para soterrar el tren Sarmiento, donde estaban los Cirigliano, IECSA de Calcaterra y Oberdretch, cuyo CEO Marcelo Oberdretch está condenado a 19 años en Brasil por sobreprecios y coimas con Petrobras, lo que demuestra que hay un modus operandi de las constructoras muy similar a lo que hacen su pares de Brasil, por lo cual ya aparecen voces para que no se investigue nada, porque sería un cataclismo que afectaría a varios partidos políticos.

No sabemos si Lázaro Báez dijo lo que se dice pero ayer se conoció la noticia de que Jorge Chueco, el apoderado de Báez que estaba citado a indagatoria, desapareció en la provincia de Misiones, por lo cual no sólo estaríamos hablando de sobreprecios en la obra pública y lavado dinero, sino también de crímenes políticos.

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