En las próximas dos semanas, Alejandro Burzaco, el ex CEO de Torneos, dejará su confortable lugar de detención en la ciudad de Bolzano, al norte de Italia, y viajará a Estados Unidos para declarar por el escándalo de corrupción en la FIFA. Su testimonio tiene en vilo al Gobierno, a la dirigencia del fútbol local y también preocupa a nivel internacional. Lo que dirá es parte de una negociación más amplia, que incluye el proceso de extradición y sus condiciones de detención al pisar suelo estadounidense. Los detalles, según pudo saber Clarín, fueron consensuados la semana pasada en Nueva York.

El proceso que desembocará en la declaración ante un juez estadounidense tiene varias etapas. En las próximas horas, el abogado de Burzaco, Mariano Mendilaharzu, viajará a Italia (todavía no llegaron los papales a Bolzano) a convalidar el proceso de extradición. La estrategia se debatió durante varias semanas. La otra opción era “pelear” el proceso de extradición para demorar los tiempos. Burzaco terminó aceptando el consejo de su abogado, quien trabaja en la defensa con el apoyo de un estudio en Estados Unidos (Kobre & Kim), y de Roberto Pisano, reconocido por haber defendido a Silvio Berlusconi.

El ex CEO de Torneos, muy cercano al ex titular de la AFA Julio Grondona, enfrenta tres cargos muy graves en Estados Unidos: conspiración, lavado de dinero y corrupción. Concretamente, se lo acusa de haber pagado US$ 40 millones a dirigentes de la Conmebol por los derechos de transmisión de la Copa América de Chile. También se habría comprometido a pagar otros US$ 70 millones por las próximas ediciones de la Copa. La acusación incluye a otros dos empresarios argentinos: Hugo y Mariano Jinkis, con prisión domiciliaria en el país. Por estas horas, el diálogo entre los Jinkis y Burzaco está quebrado, y las estrategias marchan por carriles independientes.

Si no hay sorpresas, los primeros días de agosto, Burzaco viajará a Nueva York en un vuelo comercial, acompañado de un oficial de Justicia y de su abogado. La secuencia es similar a la que se ven en las películas. El empresario no estará esposado, pero cuando aterrice será trasladado a una cárcel de Brooklyn. Cerca de Burzaco esperan que esa etapa dure muy poco. Como parte del acuerdo de colaboración con la Fiscalía que lleva el caso, el ex CEO de Torneos sería beneficiado nuevamente con arresto domiciliario. Pero falta el visto bueno del juez.

Recién cuando se enfrente al magistrado, Burzaco conocerá las pruebas en su contra. Su declaración será bajo juramento de decir la verdad. Y deberá aportar información valiosa para la causa, como parte del acuerdo de colaboración. ¿Nombres? Por ahora se mantienen bajo siete llaves. El mundo del fútbol está en alerta. (EP)

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