Por Guillermo Cherashny.-

En la investigación que tiene Alejo Ramos Padilla, el juez federal de Dolores, descubrió que D’Alessio recolectaba información para Lilita Carrió y la diputada Paula Olivetto, especialmente cuando el ahora detenido investigó una empresa comercial iraní que operaba en Montevideo y a la cual Carrió se refirió en varias oportunidades y probablemente en otras investigaciones de la Coalición Cívica, lo que puso con la «guardia alta» a esa a la CC y también porque afectó la credibilidad del periodista Daniel Santoro, de extrema confianza con la chaqueña. Además, la esposa rusa de Santoro es la «armonizadora» de la iracunda diputada; por eso hace dos semanas anunció que pediría el juicio político del magistrado de Dolores. Pero hasta ahora no la ha presentado.

Después de la presencia de Ramos Padilla en el Congreso y la inusitada repercusión del caso de espionaje que fue cubierto en mayor o menor medida por todos los cables de noticias, Carrió volvió a la carga acompañada por su enemiga Patricia Bullrich, ministra de seguridad, quien aparecía en un video de 2016 con el falso abogado en la entrega de Marcelo Mallo, acusado entonces por el doble homicidio del Unicenter, lo que constituyó una ilegalidad absoluta y, como la mancha venenosa de D’Alessio amenaza con extenderse hasta Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, los N° 1 y 2 de la AFI, por el accionar de los dos directores de asuntos jurídicos de esa institución que se sucedieron, como el fiscal federal Eduardo Miragay y Sebastián Destefano, hombre de Daniel Angelici, al igual que el fiscal Carlos Stornelli. Entonces el presidente Macri, ante la exigencia de Carrió, le ordenó a Garavano, el ministro de justicia, para que pida el juicio político a Ramos Padilla, en un verdadero disparate político y jurídico, porque el gobierno muestra que tiene algo para esconder y hasta ahora no lograron quitarle la causa.

La prueba elocuente de que Ramos Padilla está investigando un sistema ilegal de espionaje la da que el fiscal Juan Bidone, de delitos complejos de Mercedes, se autoincriminó reconociendo manejos irregulares con el ahora detenido, por lo cual fue apartado de su cargo y citado a indagatoria por el juez federal Luis Rodríguez, que también, al citarlo, menciona un sistema ilegal de espionaje.

Así las cosas, el gobierno se ve involucrado en una conspiración ilegal en medio de la campaña electoral por la presidencia.

Share