Por Carlos Tórtora.-

El caso D’Alessio está ingresando en una etapa de mayor gravedad a partir de las declaraciones del agente de la AFI, Hugo Rolando “Rolo” Barreiro. Éste dijo que la banda que integraba Marcelo D’Alessio también hizo espionaje sobre dos jueces de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti. Agregó que a ambos les monitorearon viajes al exterior y las llamadas telefónicas. Barreiro revistaba a las órdenes de la Subsecretaría de Inteligencia Silvia Majdalani, que tiene llegada propia a Mauricio Macri.

El espionaje a dos miembros de la Corte por parte de la inteligencia de estado y utilizando una banda para estatal, aumenta el impacto político del caso.

En los próximos días se abriría otro capítulo de esta verdadera caja de Pandora y serían las relaciones entre D’Alessio y Elisa Carrió. Ésta fue “usuaria” -como la llamó sin nombrarla el juez Alejo Ramos Padilla- de los servicios del grupo de D’Alessio. Es decir que usó informaciones provenientes del espionaje ilegal para sus denuncias e investigaciones.

Días atrás, el ex Embajador ante el Vaticano, Eduardo Valdés, se presentó en el Juzgado de Dolores para denunciar a las dirigentes de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, Paula Oliveto y Mariana Zuvic.

Valdés acusó a las integrantes de la CC de los delitos de violación a la ley de inteligencia, encubrimiento agravado y violación de secreto.

Por su parte y abriendo el paraguas, Carrió intentó cubrirse de lo que se viene pidiéndole a Macri la disolución de la AFI y atacando al juez Ramos Padilla para mostrar que hay un conflicto personal que motiva a este último a perseguirla. Cabe esperar ahora cuál sería la réplica de Carrió si trascienden las pruebas de que trabajaba con una banda paraestatal que espiaba a la Corte Suprema.

Negocios

Otra de las ramificaciones del caso, la que pasa por la relación entre D’Alessio y el fiscal federal Carlos Stornelli, también produjo novedades en los últimos días. Existen evidencias de que Stornelli mandó a investigar y espiar al ex marido de su actual pareja, Florencia Antonini Modet. Lo que es incluso más grave es que el falso abogado y falso investigador D’Alessio sugiere en un mensaje de WhatsApp la idea de ponerle droga en la valija a Jorge Christian Castañón. Este último habría sido el principal proveedor de mercadería contrabandeada de los EEUU que Antonini vendía en el país, obteniendo enormes ganancias. Este punto llamaría la atención sobre el verdadero nivel de ingresos de Stornelli y su pareja y los prósperos negocios que salen a la luz a partir del caso D’Alessio.

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