Por Guillermo Cherashny.-

Los audios y videos que le encontraron a Marcelo D’Alessio en sus celulares y computadoras son cada vez más una caja de Pandora. En efecto, es evidente que este intermediario judicial tenía excelentes relaciones con Patricia Bullrich, ministra de seguridad, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, los N° 1 y 2 de la AFI. Sólo así se puede explicar que muchos periodistas con trayectoria en medios gráficos y televisivos fueran embaucados fácilmente por este personaje conocido desde hace tiempo en el campo de las relaciones públicas. Pero la facilidad que tenía para que sus operaciones aparecieran en diarios y programas de cable de noticias de los más importantes se origina en fotos, audios y videos con Bullrich y con ex policías vinculados a Majdalani y Arribas. De esta manera, era muy fácil que todos esos periodistas de primer nivel «compraran» los arrepentidos que sufrían las extorsiones de D’Alessio, porque se trataba de empresarios comprometidos en causas o cercanos a esas causas penales donde D’Alessio los apretaba, estuvieran o no figuraran en las causas. Entre los contactos estaban Lilita Carrió y su mano derecha Paula Olivetto, quienes se nutrían de las investigaciones paralelas e ilegales del personaje. El argumento de la mayoría del periodismo es que atrás de esta causa judicial en Dolores hay una operación de los K presos; es un disparate total, porque el extorsionado está claro que es un empresario K, al igual que su abogada. De ahí la infantilada de D’Alessio de extorsionar a alguien que tiene una abogada estrechamente vinculada a Horacio Verbitsky. De ahí que todos los K en el penal de Ezeiza o en libertad estuvieran todos enterados de que un bocón vinculado al gobierno estaba desnudando las operaciones de inteligencia ilegales del gobierno macrista. El objetivo del gobierno es sacarle la causa a Ramos Padilla para que la tome Ercolini y ponga un manto de silencio sobre este escándalo. Pero hay dos problemas: Ramos Padilla le entregó todo el material recolectado a la Comisión Provincial de la Memoria, o sea a Horacio Verbitsky, y también la enviará a la Comisión Bicameral de Seguimiento de los Servicios de Inteligencia, con lo cual este escándalo saldrá a la luz aunque Comodoro Py cajonee la causa.

Share